Reseña: Sushi Go!
Por contra, los frikis de los juegos de mesa no es que no seamos tan listos, es que muchas veces somos directamente idiotas. Nos empeñamos una y otra vez en enseñar a nuestra familia y amigos, incluso a algún extraño al que nos encontremos por la calle y que ande desprevenido, el maravilloso mundo de nuestros juegos y luego nos asombramos cuando, después de media hora explicando reglas y comentando complejos sistemas de puntuación, la cara de nuestra prima Conchi está… Un momento, ¿dónde está Conchi? ¡Seguro que ha aprovechado mientras ordenaba la pila de fichas de puntos de victoria para huir! ¡María de la Concepción, vuelve aquí o te quedas sin Reyes!
Sushi Go! es un juego ideal para esos momentos en los que queremos forzar a pobres incautos a jugar porque cumple a la perfección los tres requisitos que debe satisfacer todo juego introductorio: es sencillo, es bonito y, sobre todo, es rápido.
Hace falta que sea sencillo porque no quieres perder la ventana de oportunidad, ese momento después de los cafés en el que puedes aprovechar el momento en el que, aún abotargados por la comida, tus víctimas carecen de la fuerza de voluntad suficiente para negarse cuando les digas eso de: “he traído un jueguecillo; ¿jugamos una partidita?” (el uso de diminutivos es obligatorio para estos menesteres). Ahí tienes que ser rápido: barajas el mazo, repartes las cartas mientras todavía están confusos y les dices que cojan una y pasen el resto, que los números de abajo son los puntos que da esa carta, que los makis van al que tenga más símbolos al final y que cuando hay barras quiere decir que es la puntación por una/dos/tres cartas del mismo tipo. Así, cuando por fin puedan reaccionar y decir que no, que no los vas a liar otra vez para que jueguen a una de tus chorradas, ya estaréis a medias de la primera ronda y será demasiado tarde.
El hecho de ser bonito ayuda porque da un motivo para sujetar las cartas en la mano, ver todas esas piezas de sushi con sus caritas sonrientes, esperando ser devoradas en la combinación más deliciosa (lo que, si nos paramos a pensar acerca de ello, resulta bastante tétrico y nos hace pensar qué clase de Demiurgo cruel crearía unas formas de vida cuya máxima aspiración y momento de felicidad suprema consisten en morir de un modo que le resulte placentero a sus asesinos, pero no comentes esto en la primera partida o te cargarás la magia), querer agrupar las piezas porque así parecen más felices y, sobre todo, crear una atmósfera agradable e inofensiva: no estamos haciendo cosas de tíos raros como matar orcos, avanzar civilizaciones, luchar guerras o impresionar a un rey francés, sino juntando estampitas. Estamos seguros. Los frikis son otros.
Por último, es rápido, y eso es un valor importante, ya que invariablemente durante la primera partida habrá alguien que no se haya enterado muy bien de cómo iba la cosa, y un juego corto siempre da opción a una revancha. Al ser un juego de decisiones sencillas y que, más que en la estrategia, se basan en apostar porque vas a conseguir recibir un tipo de carta u otro, tiene ese puntillo de “a ver si esta vez me sale” que consigue picarnos y querer repetir. Si la gente juega a la ruleta, a la lotería o a Ciudad Machi Koro no es por la profundidad estratégica ni la cantidad de opciones, sino por ese momento Las Vegas que se vive cuando el bombo da vueltas, los dados ruedan o nos pasan unas cartas entre las que puede estar la tercera pieza de sashimi que necesitamos.
Sushi Go! es, en definitiva, un grandísimo juego absolutamente chorra que jugar para darle un descanso al cerebro después de una partida intensa o mientras esperamos a que lleguen las pizzas, que también puede servir como punta de lanza para otros juegos con esta mecánica de selección y ahorrarnos tiempo cuando queramos explicar un Fairy Tale, Food Fight o 7 Wonders. Eso sí, no te sorprendas si, después, te dicen: “buf, esto de las cartas de ciencia es un lío; ¿por qué no jugamos al de las gambas felices ese del otro día?
Lo mejor: una perfecta introducción a los juegos de selección.
Lo peor: si buscas profundidad estratégica, busca en otra parte.
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este juego se parece al tortilla de patatas? cual elegirias de los dos para mi sobrino de 12 años y para mi familia no jugona?
gracias y un saludo
No te sabría decir, porque Tortilla de Patatas no lo he probado aún, pero como juego familiar introductorio Sushi Go! es muy aconsejable. Depende, eso sí, de lo que les interese tanto a tu sobri como a tu familia: si los dibujines de sushis sonrientes no les atraen, es causa perdida.
No se parecen en nada. El Sushi Go! es un 7 Wonders sin parafernalias (simplemente set collection). El Tortilla es un Memory con puteo (aunque también con set collection). Aunque pensandolo bien, el Sushi tambien tiene su componente de memory a la hora de intentar guardar la informacion de las manos que pasan por delante. Pero las sensaciones son distintas. Me quedo con el Sushi Go! por el intervalo de jugadores. El Tortilla solo es para 2 o 4 jugadores.
Genial reseña!!! XDDD