Reseña: Mutant Meeples
Ted Alspach, 2012 – Bezier Games, Inc.
El boom de los juegos de lógica e ingenio ha pasado, y ya es más complicado encontrarse en el metro a la gente rellenando Sudokus o dándole al Brain Training como loca, pero el poso ahí queda, y está en la misma definición de qué entendemos como juego: ese reto intelectual, ese saber que hay alguna solución óptima al problema que tienes ante ti en ese momento y es cuestión de saber mirar bien.
Hace ya 15 años, el señor Alex Radoplh creó Ricochet Robots, un juego en el que teníamos que encontrar el camino más corto para llevar a unos robots con el sistema de freno un poco deficiente. Popularmente conocido como “el juego de la gente que mira en silencio un tablero y grita números de repente”, es un juego perfecto para una barra de bar o una reunión social, ya que admite cualquier cantidad de jugadores (tantos como quepan alrededor del tablero para poderlo mirar y buscar la solución) y, además, permite a la gente entrar y salir de la partida sin causar ningún trauma. Ricochet Robots ha sido publicado en español por Devir hace muy poquito y deberíais tenerlo ya.
Pero la reseña de hoy es sobre Mutant Meeples así que, ¿qué hago yo hablando de otro juego? Pues es que resulta que uno intenta ser lo más ecuánime posible y lo cierto es que, si Ricochet Robots no fuera un pepinazo de juego, el señor Alspach no habría diseñado Mutant Meeples, que es básicamente una versión dospuntocero de aquél. ¿Estamos ante un escandaloso caso de plagio entonces? ¡Indignante! ¿Es que ya no se respetan los derechos de autor?
Guardad las antorchas un momento, que la cosa no va así. El autor de Mutant Meeples reconoce haberse basado en el juego de Alex Randolph, contactó con él y le pidió permiso para elaborar su juego sobre esa idea original. Y, además, introduce los cambios suficientes como para que lo consideremos un juego distinto. Pero llevamos ya cuatro párrafos de reseña y aún no he hablado del juego en sí, y eso hay que arreglarlo.
En Mutant Meeples tenemos ocho, valga la redundancia, meeples mutantes que han decidido luchar contra el crimen allá donde éste se encuentre, siempre y cuando se encuentre en la ciudad por la que patrullan. Cada turno, se originará una emergencia en una casilla al azar del tablero y los jugadores tienen que descubrir cuál es el camino más corto (es decir, usando menos movimientos) hasta esa casilla. El que encuentre la mejor solución consigue “reclutar” al meeple que haya llegado hasta allí para su supergrupo, y continúa la partida con una nueva emergencia. El primero que reclute a seis miembros es el ganador.
En cada movimiento, se puede o bien mover un meeple en línea recta hasta encontrar un obstáculo que lo detenga, o bien usar el superpoder del meeple en cuestión. Ejemplos de superpoderes son moverse en diagonal, pararse antes de tiempo, saltar obstáculos, teleportarse hasta lugares concretos del tablero y demás. Esto al principio puede parecer un lío, pero lo cierto es que los poderes son bastante básicos y fáciles de recordar. Ésta es la principal novedad de Mutant Meeples respecto a Ricochet Robots, y hay que reconocer que consigue, sin cambiar demasiado el mecanismo básico del juego ni complicarlo en exceso, proporcionar una experiencia más completa y, para qué andarnos con rodeos, divertida.
Otro punto a favor de Mutant Meeples es su sistema de hándicap: en los juegos de lógica pura, al igual que ocurre en los de destreza o los de preguntas, siempre hay algún jugador que, simplemente, es mejor en esa habilidad que los demás, y ese era un problema en Ricochet Robots cuando la diferencia era muy grande y al final la partida se reducía a un grupo de gente mirando cómo el maquinón encontraba las soluciones en dos segundos. En Mutant Meeples lo han aliviado haciendo que, cuando un jugador recluta un meeple para su supergrupo, ya no puede usarlo durante el resto de la partida, con lo que conforme ésta avanza los jugadores con menos puntos tienen más fácil encontrar una solución que los que van en cabeza, ya que tienen más herramientas que usar. El juego sigue premiando la visión espacial y no deja de ser un juego de habilidad pura, pero la sensación de estar siendo apalizados por un jugador en concreto y no poder hacer nada al respecto es mucho menor.
Pero entonces, ¿es mejor el original o la secuela? Si sois como yo, Mutant Meeples reemplaza por completo a Ricochet Robots hasta el punto de no encontrar ninguna situación en la que, pudiendo elegir entre ambos juegos, me quede con el de Randolph. Por otro lado, ambos son muy buenos juegos y Ricochet Robots tiene la ventaja de encontrarse más fácilmente en tiendas y de estar en español, así que no lo puedo calificar de mala compra en absoluto. Lo que sí es cierto es que una colección en la que no esté al menos uno de los dos va a tener un hueco importante, y es que muy pocos juegos hacen lo que consiguen éstos.
Lo mejor: los poderes de cada meeple y el sistema de hándicap añaden mucha variedad a lo que, en esencia, es un puzzle.
Lo peor: la interacción entre jugadores es nula.
Definitivamente pepino. Desde que vimos el video del Vasel y luego leímos tus comentarios en LaBSK le seguimos la pista, para rellenar precisamente ese hueco que comentas 😉 Redondea al Ricochet y el aumento de dificultad para nivelar la partida es muy interesante (y necesario).
La mecánica de hándicap es justo lo que hace que tenga Mutant Meeples en mi colección en lugar de Ricochet Robots, aunque los dos son juegazos.
Algo que no está del todo relacionado con este juego..
¿Betote en el Top 10 podrías poner una sección de juegos de puzzles?
Sería una opción a tener en cuenta, aunque no sé si da para un Top10 realmente interesante (vamos, que no sé si llega a haber 10 juegos-puzle que me gusten 😉 ).