Monstruo Final: la princesa está en otro castillo

Quizá la primera vez que veo "pixel art" bien utilizado.

Boss Monster: The Dungeon Building Card Game. Johnny O’Neal y Chris O’Neal, 2013 – Brotherwise Games (EDGE Entertainment)

Ficha en BoardGameGeek

Quizá la primera vez que veo "pixel art" bien utilizado.

Quizá la primera vez que veo “pixel art” bien utilizado.

Estamos sin ninguna duda ante el fin de la Civilización tal y como la conocemos, con los chavales ahí como locos por la calle cazando Pokémon sin ton ni son. ¿Dónde se ha visto tamaña desfachatez, gente paseando por la calle, caminando y, oh desgracia, hablando entre sí? ¿Dónde quedaron aquellos años felices en los que nos encerrábamos sanamente en cuartos oscuros, a salvo de los dañinos rayos del sol y de la perjudicial influencia de otros seres humanos (que, además, en verano huelen a sudor) a mirar dibujos hechos con cuadraditos de colores, que ejercitaban la imaginación a tope haciéndonos esforzarnos en pensar que esos cuatro cuadrados son un monstruo alienígena o un fontanero italiano? Pero tranquilos, que aquí están los amiguetes de EDGE Entertainment para devolvernos a aquellos días gloriosos.

Billy Mitchell aprueba este juego.

Billy Mitchell aprueba este juego.

En Monstruo Final llevamos a eso, monstruos de final de fase de juegos de consola de 8 bits que, como es natural, quieren presumir de tener el nivel más chungo y más asesino de la historia de los juegos de consola de 8 bits. Algo parecido a lo que en su momento hiciera Vlaada Chvátil con Dungeon Lords, pero con el pequeño detalle de que las partidas duran como diez veces menos, y es que el mecanismo, como los de los juegos que emula, es sencillo hasta decir basta: tenemos una mano de cartas de habitación y cada turno jugamos una, ya sea aumentando el tamaño de la mazmorra o tapando una habitación que ya tuviéramos construida. Cada habitación tiene un valor de daño y unos símbolos que nos van a indicar a qué tipo de héroe atraen. Luego salen los héroes a pasear y cada uno va a ir a la mazmorra que tenga más símbolos de su tipo; si la mazmorra vence al héroe, su dueño gana 1 alma. Si el héroe llega al final, el monstruo sufre un daño. Con 5 daños estás eliminado de la partida y con 10 almas, ganas. Fin.

Si bien Monstruo Final tiene sus momentos de decisión a la hora de ver por qué mayorías de símbolos luchar o si hay algún tipo de combinación entre habitaciones que funcione especialmente bien, al final es más una cuestión de jugar la mejor carta de tu mano y esperar que los héroes salgan el el orden que más te compense, aunque también tiene su lado bueno esta falta de profundidad, y es que es uno de esos juegos que puedes sacar con casi cualquiera, lo explicas en dos patadas y pasáis el rato tan entretenidos, más aún si ya tenéis una edad y podéis ir reconociendo los distintos guiños que hacen las cartas a iconos de los videojuegos y la cultura popular en general. No es un juego que tenga mucho recorrido pero, si estás ya un poco cansado de que las partidas de Munchkin con los colegas no se acaben nunca y por otra parte un Bienvenido a la Mazmorra se te hace corto, quizás estés ante el término medio que estés buscando.

Lo amarás: si tus mejores recuerdos tienen una banda sonora nintendera.

Lo odiarás: si eres más de PS4.

Juego proporcionado por Generación-X.

3 Comments on Monstruo Final: la princesa está en otro castillo

  1. Ese guiño a Billy Mitchell hace que seas gente que sabe 😀

  2. King of Kong lo tengo de visionado obligado en clase, con su charla-coloquio posterior y todo 😉

  3. Tengo el juego base (el único que ha salido traducido y el reseñado aquí) y reconozco que es un poco flojo y monótono. Peeeeero también tengo todas las expansiones y jugando con las expansiones el juego cambia una barbaridad. Hasta el punto de que he decidido jugar sin cartas duplicadas (suele haber varias cartas de una misma habitación / hechizo). Al quitar las duplicadas te queda un juego de unas 300 cartas diferentes por lo que ya no tienes partidas que se repiten una y otra vez. La expansión de los items le da otra vidilla (es una expansión que no suelo usar mucho porque o bien te desmadra la partida o bien te la vuelve muy lenta al tener que ir leyendo lo que hace cada ítem) pero ahí está para cuando quieres una partida diferente a lo normal. En resumen, totalmente recomendable hacerte con una copia de “Boss Monster 2” si tienes el uno. Y si añades el resto de expansiones tienes tal variedad de cartas que te permite quitar las duplicadas y evitar monotonías y suprimes el principal defecto que encuentras si solo juegas al básico.

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