XenoShyft: Onslaught: otra cacería de bichos.

Keren Philosophales y Michael Sinall, 2005 - Cool Mini or Not (EDGE Entertainment) 1-4 jugadores, 60-120 minutos

Bienvenidos a la parte "...or Not" de Cool Mini or Not. Parece ser que estos muchachos no están contentos con petarlo mes tras mes en Kickstarter con juegos como Zombicide o Arcadia Quest llenos de muñequitos de plástico, y quieren ir ampliando horizontes. XenoShyft, aparte de tener uno de los títulos más complicados de escribir desde que aprendimos a deletrear Cthulhu, mantiene la tónica de caja enorme y portada megamolona típica de blockbuster de acción con gente chunga disparando pistolones contra bichos feos, pero cambia el plástico por el cartulaje y nos promete mezclar Starship Troopers con Dominion. ¿Colará?

En XenoShyft llevamos distintas divisiones de una de estas megacorporaciones espaciales que ha decidido ir a extraer minerales a un planeta lleno de bichos de esos a los que les parece mal que extraigan minerales de su planeta. Nuestra misión es aguantar 9 turnos sin que la base central quede completamente destruida, poniendo a nuestras tropas lo mejor entrenadas y equipadas que podamos en el camino de los xenomorfos.

Cada turno está dividido en tres fases: comprar cartas, prepararnos para la oleada y el ataque de los xenos. En la primera fase, obviamente, compramos cartas de soldados, armas, armaduras y equipo vario. Cosas curiosas que tiene XenoShyft que lo diferencian de otros juegos de construcción de mazos aquí son, en primer lugar, que las cartas que adquieres van a tu mano para usarlas en ese mismo turno y, en segundo, que aquí van directos al tema: nada de cartas para robar más cartas, capillas ni recursos: aquí todo lo que compras es violencia, y las cartas iniciales ya se van ellas solitas según van avanzando los turnos. Que aquí venimos a lo que hemos venido.

En la segunda fase, simplemente, cogemos las cartas de soldados y las ponemos delante de nosotros, en fila india, pidiendo la vez para que se los meriende un ciempiés estelar. A cada uno de los soldados le podemos poner un arma y una armadura para que tarden un poquito más en morir, y si vemos que vamos sobrados podemos incluso desplegar tropas o pasarles equipo a nuestros compis (porque, os aviso desde ya, Xenoshyft es un juego 100% cooperativo). Una vez una carta está en la zona de despliegue de un jugador se considera suya, yendo a su descarte cuando muera y toda la pesca, así que cuidadito con pasarnos de generosos. Por otro lado, cada jugador tiene una capacidad especial que le regala algunas cartas al inicio de la partida y, conforme vamos avanzando, descuentos, poderes y demás zarandajas, y estas cositas también las podemos, y tendremos que hacerlo, utilizar para ayudar a los demás jugadores. Así que nada de ir cada uno a su bola y luego contar puntos que, por muy fortificada que tengas tu zona, como se nos cuelen las cucarachas mutantes por la parte de atrás estamos vendidos igualmente.

Y la tercera fase es cuando nos ponemos la lista de metal en Spotify y la gozamos: cada jugador se pone cuatro cartas de enemigo delante, también en fila india y boca abajo, y por turnos vamos revelando las sorpresitas e intentando sobrevivir a ellas. El mecanismo básico es que el primer bicho y el primer soldado se van haciendo el uno al otro daño igual a su potencia hasta que alguno se queda sin puntos de impacto, momento en el cual el que va detrás del finado da un pasito adelante y se repite el proceso, así hasta que o bien sólo queden soldados, con lo que todos somos felices, o sólo queden bichos, que le hacen su daño a la base y se van a casa a contárselo a los amigotes. La cosa es que ninguno de los enemigos hace solamente eso, y cada uno tiene una habilidad especial como potenciar a los demás enemigos, ser el primero en atacar, hacer daño a varios soldados a la vez y demás. A su vez, un jugador nunca está solo (a no ser que juegue en solitario, claro), y sus compañeros siempre pueden usar cartas o capacidades especiales en su ayuda si ven que va muy justito.

Ya os digo que XenoShyft me ha gustado mucho, pero. Hay pequeños detalles que dicen que es un juego salido de Kickstarter, y eso se nota, por ejemplo, en la cantidad y variedad de cartas, que anda un poco justita hasta el punto de que el mazo de enemigos siempre se agota antes de que acabe la oleada a la que pertence y hay que volver a barajar el descarte (por cierto, esto no viene en las reglas, pero lo aclara uno de los diseñadores en las FAQ). Sigue siendo jugable y disfrutable, pero siempre se te queda la sensación de que no te han vendido el juego entero y se han dejado un cachito fuera. También se echan en falta separadores o indicadores en las cartas para agilizar la preparación de la partida, aunque esto es también fácilmente solucionable. Por otro lado lo que buscaban, que era mezclar la construcción de mazos con el estilo de juego de los Tower Defense, lo han logrado más que de sobra, y en cada fase de combate vas a estar pensando cómo resolver cada puzle sin gastar demasiados recursos de una vez, ya que no sabes contra qué vas a tener que irte enfrentando después, y la progresión de la partida lleva un ritmo muy bueno, combinando el que cada vez tus tropas son mejores y tu mano está más llena de equipo chulo con los cambios de oleada y estarte enfrentando a enemigos cada vez más borricos. Así que sí, la parte de Cool Mini or Not que no tiene minis sigue siendo cool.

Te gustará si: buscas un juego que te fuerce a jugar en equipo y que vaya directo al grano.

Lo odiarás si: llevas mal ver morir a tus soldados.

Juego proporcionado por Generación-X.