Viticulture: Edición Esencial – ¡Vendetta para mi papà!

Sé lo que estáis pensando: "a esta portada le hacen falta unos cuantos robots gigantes".

Viticulture Essential Edition. Morten Monrad Pedersen, Jamey Stegmaier y Alan Stone, 2015 – Stonemaier Games (Maldito Games)

Ficha en BoardGameGeek

Sé lo que estáis pensando: “a esta portada le hacen falta unos cuantos robots gigantes”.

Stonemaier Games. Hoy en día se los conoce como “los de Scythe“, pero hasta que este auténtico pepinaco salió a la luz, eran “los de Viticulture“. Y como en Maldito Games de tontos no tienen un pelo, ya que vieron que estamos todos tonticos con el juego de los robots gigantes y la gestión de recursos, se ve que han decidido seguir con el catálogo de esta editorial. Comercialmente hablando, la jugada es impecable: Viticulture es un juego bastante bien valorado por la comunidad internacional, Stonemaier Games se ha ganado a pulso la fama de editorial seria y que cuida los valores de producción, y a rebufo de Scythe puede que más de uno caiga, atraído por un título más de los que han traído uno de los mejores juegos del año pasado. Y así caí yo.

En Viticulture tenemos un negocio de viñedos y queremos sacarle el máximo partido posible, así innovando en cuanto a temática, que esto de tener un terrenito, plantar cosas y venderlas después se ve que no se ha hecho nunca, y estaba el nicho ahí esperando, agazapado, pobrecito él sin nadie que lo atendiese. Y el mecanismo es también innovador a tope: tenemos una serie de trabajadores y, en nuestro turno, ponemos ese trabajador en una casilla del tablero central y llevamos a cabo la acción que indica esa casilla. Y claro, no queda sino preguntarse: ¿es necesario algo así hoy en día? ¿No tenemos ya suficientes juegos de hacer cosas en granja colocando trabajadores?

Ésta es mi granja. Hay otras muchas, pero ésta es la mía.

Pero la cosa es que, lo que le falta en originalidad, Viticulture lo suple con buen hacer. Empezando por los materiales: edificios de madera personalizados para cada una de las estructuras que podemos construir, perlitas transparentes para marcar los valores de las uvas y los vinos, con su peso para que no se deslicen fácilmente y dejando ver bien claros los números… Hasta el detalle de que los trabajadores vengan con su sombrerito y su cesta contribuyen mucho a hacer la experiencia agradable desde un punto de vista visual y táctil. La edición que Maldito Games ha publicado en España es la llamada “Edición Esencial”, que incluye varios módulos de la primera expansión del juego original que le dan una pizquitina de variedad al asunto, un acierto ya que, quitando esos módulos, lo cierto es que el juego se quedaba muy soso.

Es en el desarrollo de la partida donde nos vamos a encontrar con diferencias de opinión: el juego, como ya he comentado, no es excesivamente complejo ni original: plantas uvas, cosechas terrenos, haces vino con las uvas cosechadas y cumples pedidos con los vinos de tu bodega. Quizá el principal punto de innovación está en que las casillas del tablero se dividen en estaciones, y tienes que planificarte un poco porque los muñecos que hayas usado en verano no podrás utilizarlos en invierno, con lo que sueles acabar apostando por una parte del tablero o por otra. Con tres o más jugadores tienes la ventaja adicional de que una de las casillas de cada acción viene bonificada, y la ventaja que te puede dar ser quien use esa bonificación a veces es un factor importante que tener en cuenta a la hora de priorizar acciones. Aun así, el desafío que proporciona Viticulture está a años luz de lo que puede ser un Agricola y se asemeja más a un Stone Age sin dados.

Échate a llorar, Angela Channing.

Otro punto de controversia está en las cartas de visitante, que vienen cumpliendo la función de las cartas de acción de toda la vida, con su espacio para jugarlas y sus efectos especiales que pueden variar bastante de un momento a otro de la partida, de una carta a otra, y con una estrategia de juego u otra. Estas cartas, si bien he visto a quienes les han cogido un poco de manía por poder desequilibrar un poco la balanza a favor o en contra de alguien si se ha robado la carta justa en el momento adecuado, a mí me parece que le añaden un punto de variedad muy necesario a un juego que, de otro modo, podría pecar de ser un sota-caballo-rey con no demasiados caminos a la victoria.

Viticulture no es, ya os lo digo, un juego para aquellos que busquen una experiencia estratégica profunda y estimulante. Más bien es un juego de gestión de recursos ligero y pensado para que resulte agradable de jugar, que se explica fácilmente porque todas las acciones tienen un sentido temático y con un puntito de azar que, si bien a los amantes del juego como competición les puede llegar a frustrar, cuando usas el juego como actividad social ayuda a relajar la tensión en la mesa, ya que nunca está claro del todo quién va a ganar y es difícil que alguien se sienta fuera de la partida demasiado pronto. Dicen que la expansión Tuscany añade opciones y en cierto sentido completa el juego, pero yo estoy muy contento con lo que tengo ahora. Lo suficiente como para hacerle hueco en la colección.

 

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: