Virus!: achuses y pupitas.
Domingo Cabrero, Carlos López y Santi Santisteban, 2015 – Tranjis Games.
2-6 jugadores, 10 minutos.
A la hora de publicar un juego de mesa, hay que tener bien claro cuáles son tus objetivos y tu público. ¿Quieres atraer a los estrategas más experimentados? Procura ofrecerles un reto a la altura. ¿Vas a por los fanáticos de la temática? Cuida el aspecto y la inmersión. ¿Tratas de enganchar a un público casual? Intenta que tu juego se parezca lo más posible a Virus!
En una caja de diseño atractivo y colores vivos que vas a maldecir más de una vez por lo endeble del material y lo poco que tarda en empezar a deformarse encontramos un par de panfletos de instrucciones (uno en español y otro en inglés) y un mazo de cartas tan coloridas y simpáticas como la ilustración de la caja. Primer acierto de los chicos de Tranjis Games: si quieres un buen resultado, acude a un profesional, por mucha ilusión que le haga a tu primo hacer los dibujitos. Las instrucciones son muy claras, explicando las pocas reglas de manera efectiva y usando dibujos y diagramas como hay que usarlos: dos a cero.
El juego en sí recuerda al clásico 1000 Kilómetros, cambiando tema y gráficos y dándole un par de giros de tuerca, pero sin dejar de ser abrumadoramente sencillo: cada turno juegas una carta y robas otra (o te descartas y luego rellenas tu mano), y tu objetivo es tener sobre la mesa cuatro órganos sanos de colores distintos. Las cartas se dividen en órganos, virus (para hacer enfermar o eliminar los órganos de los rivales), vacunas (para proteger tus órganos de los virus que te puedan lanzar) y acciones (para… hacer cosas, vaya). Hay unos cuantos órganos, virus y vacunas multicolor que funcionan como comodín, y ya.
Si estás pensando que Virus! es un juego en el que el azar prima sobre la estrategia y en el que el peso de tus decisiones es mínimo, pues estarás en lo cierto. Pero es que tampoco pretende otra cosa: Virus! es un juego para echarte una partida con los sobrinos en la piscina o para terminar una velada en la que aún no queréis iros a casa pero no están las neuronas para darles mucho tute, y esa función la cumple más que de sobra. Si no es eso lo que buscas, mira en otro lado pero no a Virus! no le toques ya más, que así es la rosa.
Sólo un par de pegas le voy a poner como producto aparte de la de la caja cutronga, ambas con sendas soluciones: la primera es un error básico de diseño, y es el hecho de que incluya la temida carta de “haz que un jugador pierda un turno”. Cuando jugamos queremos hacer cosas, y no hay nada que pueda hacerte un juego que duela más que no permitirte hacer cosas. Desde la cárcel del Monopoly a la carta de saltar jugador de Uno, no hay diseño clásico que no incluya este mecanismo y no hay nadie que lo haya sufrido y pensado “vaya, esto es divertidísimo”. Por suerte, sólo hay una carta así en el mazo, así que puedes retirarla sin ningún problema o, ya que está la cosa de los juegos legado de moda, romperla en plan ritual para no volver a verla jamás.
El segundo problema es también muy común, que es el conocido como publicidad de caja engañosa. ¿Veis en el lateral donde pone 2-6 jugadores? Mentira y gorda. Virus! funciona regular a dos, muy bien con tres o cuatro y es un completo desastre con más de cuatro, tanto por lo que se puede eternizar el entreturno como simplemente por la configuración del mazo, que tiene sólo cinco cartas de cada tipo de órgano (más un órgano comodín) y a poco que al azar le dé por tocar las narices la partida puede muy bien bloquearse porque ningún jugador pueda completar su conjunto de órganos. Una vez más, la solución es no jugarlo con más de cuatro jugadores o, si no queda más remedio, juntar dos copias del juego. Es barato, así que no os quejéis, que en peores os habréis visto.
¿Es Virus! un imprescindible que va a hacerte pasar tardes gloriosas de éxtasis lúdico? Pues mira, no, pero sí es una adición perfecta para una colección en la que Capitán Flint o SuperRino vean mesa de manera frecuente o como algo que llevar en el bolsillo (eso sí, en otra caja) para echarse unas partidillas en la barra del bar. Y siendo eso lo que quiere conseguir, no hay necesidad de pedirle más.
Te gustará si: buscas algo ligerito que te entretenga sin comerte mucho la cabeza.
Lo odiarás si: necesitas que cada minuto de tu ocio sea un reto intelectual.
Juego proporcionado por Generación-X.
Para hacer una crítica primero hay que informarse un poco. El ilustrador de Virus! Es un dibujante profesional con un curriculum más que sólido. Basta con visitar su web.
¿El juego? Pues mira, supongo que estás muy por encima del intelecto del resto del personal, pero es un juego que busca precisamente ofrecer diversión en partidas cortas y dinámicas y SOBRE TODO, sencillas y en eso tú reseña aporta poco o nada porque el juego se respalda solo con las ventas y con el éxito en niños. Porque, cuando se hace una crítica, lo primero que hay que hacer es contextualizar la obra. Ni la capilla sixtina puede juzgarse comparándola a una cueva rupestre, ni Seven puedes criticarla usando de unidad de medida lo que el viento se llevó, ni puedes buscar complejidad en Virus! midiéndolo con el Risk.
Me parece a mí que aquí lo que hay es resquemor personal.
Te pediría que releyeras la reseña, porque precisamente lo que estoy haciendo es alabar el buen trabajo del ilustrador y lo estupendamente que funciona en contextos casuales y con niños.
Tal vez sí que haya resquemor personal por aquí pero, desde luego, no por mi parte 😉
Creo que te has columpiado un poco. Segun leo la reseña, lo que entiendo es que es un juego con un buen arte y que funciona bien para lo que se le pide, sencillo y facil de jugar, que no quiere decir que sea malo.
Que tensa esta la gente…
En mi opinion te has columpiado, pero mucho muchooo…
Que esta muy bien q no estés de acuerdo con alguien y lo expreses libremente, o q te parezca injusto una crítica destructiva, aunque claramente, ese no es el caso.
Pero lo peor de todo es que pidas que no se critique sin informarse cd eso es exactamente lo mismo q has hecho tú (entiendase q informarse, en tu caso, sería leer correctamente la reseña)
Al menos una disculpa??
Betote for president!!
[OFFTOPIC]
Referente al dolor de perder turno y no hacer acción en una reciente estrevista a la campeona mundial de Monopoly, confesó que su estrategía era siempre que fuese posible caer en la carcel y esperar los tres turnos de rigor, de esta forma, al que darte en la cárcelo no pagabas a nadie y seguías cobrando de aquellos que se movían por el tablero
[/OFFTOPIC]
Es curioso cómo la “estrategia” de alguien puede consistir en intentar sacar una cosa u otra en los dados, ¿verdad? Había un estudio sobre egoísmo y altruismo que se basaba en partidas de Monopoly grabadas bastante chulo.
Gracias por comentar 🙂
Personalmente no me gusta este juego… Quizá desde que descubrí que a 6 jugadores está roto y se puede eternizar la partida
¿No te gusta porque a 6 se hace largo?
¿Y por qué no lo juegas a 5?
El juego funciona (matemáticamente) de 2 a 6 pero, como todos los juegos, hay quien prefiere jugarlo de 3 a 5.
Para gustos, colores.
No es un juego para “jugones”, sin embargo en un grupo de 6 niños de 8 años, las partidas no se hacen eternas.
Todo va en función de gustos y experiencia 😉
Mechman:
Aunque estoy de acuerdo con lo de que hacer perder un turno es un fallo de diseño, el guante de látex no funciona así exactamente. Lo que haces es descartarles la mano a TODOS los demás jugadores, en el fondo es como si tú tomases un turno extra.
Competitiveman:
Lo que tampoco es cierto, porque en realidad has invertido el primer turno en jugar la carta, así que de turno extra nada. Lo que esta carta en realidad hace es evitar que los jugadores se guarden con seguridad absoluta alguna carta en la mano y por ello es bueno que esté en el mazo preventivamente. Así que, en esencia hace “Todos los demás jugadores descartan sus manos y vuelven a robar. Tú robas una carta y juegas un carta.
Roleman:
Siempre que hayáis leído bien las reglas, muchachos.
Hypeman:
Viva el vino! Digo, el VIRUS!