Tranvía: que no te pille el tren.

¿Emociones? ¿Aventuras? Un eurogamer no ansía esas cosas.

Helmut Ohley 2015 – Lookout Games (SD Games)

Ficha en BoardGameGeek

¿Emociones? ¿Aventuras? Un eurogamer no ansía esas cosas.

¿Emociones? ¿Aventuras? Un eurogamer no ansía esas cosas.

A finales del siglo XIX, en Munich, dos magnates de los tranvías se disputan el contrato de las nuevas líneas para la exitosa red de la ciudad. Conseguir ese contrato en exclusiva implica dinero y poder más allá de lo imaginable, y el mundo de los tranvías es cruel y despiadado, así que todo el mundo veía como inevitable que la resolución del conflicto tomara un cariz cuasi apocalíptico, y así fue. Una oscura noche, ambos rivales decidieron acabar con todo de una vez por todas y decidir quién iba a ser el nuevo Rey de los Tranvías y quién acabaría sus días olvidado, quizá durmiendo en los bancos de las paradas de lo que alguna vez casi fue suyo. Un testigo imparcial, porque siempre es de recibo llevar testigos y padrinos a eventos de este cariz, tomó el mazo de cartas, barajó y repartió. La partida de Cinquillo definitiva estaba a punto de comenzar.

Tranvía es un juego que representa esta épica partida de la que sin duda habréis oído hablar en el colegio, porque decir que es lo que pasó cuando Helmut Ohley jugó a Exploradores y dijo “seguro que si le meto un par de movidas más a esto nadie se da cuenta” sería ser mezquino, así que nada de eso, muchachos. El objetivo aquí es formar columnas de cartas de un mismo color en orden ascendente y que esas columnas te den la mayor cantidad posible de puntazos, a poder ser activando las puntuaciones lo más a menudo que puedas antes de que tu oponente consiga una formar una columna mejor que la tuya.

Porque sí, la verdad es que el “par de movidas” que tiene este juego respecto a otros que puede uno encontrar en cajas de tamaño parecido tienen su aquel. Aquí uno hace bastantes más cosas que simplemente robar cartas y añadirlas a columnas: en tu turno lo primero va a ser poner una o dos cartas como pasajeros de sus respectivos colores, activando la puntuación de un color cuando hay cuatro pasajeros. Luego ya colocamos las cartas que queramos formando columnas del mismo color en orden ascendente, descartamos las que consideremos adecuadas en nuestra pila de dinero y luego usaremos ese dinero para comprar tranvías de tal manera que cada una de nuestras columnas tenga un tranvía asignado que, además, actúa de multiplicador x2, x3 ó x4 según su tipo. El juego termina cuando se ha activado la décima puntuación, lo que no debería llevar más de unos 20 minutos.

Filas, columnas y montones, ¡dios mío!

Filas, columnas y montones, ¡dios mío!

Una de las cosas que más me enfurrusca cuando me enfrento a un juego es el concepto “complicación porque sí”, que viene abriéndose paso entre los que siempre están pidiendo más madera y que consiste en hacer los juegos no más profundos, sino más complejos, cargándolos de detallitos que no se traducen en más decisiones, pero que nos obligan a hacer más cálculos. Ese era mi miedo con Tranvía, y tengo que decir que me alegra haberme equivocado: cada fase del turno y cada cosa que se puede hacer con una carta tienen un valor: cuando colocamos pasajeros estamos desechando un recurso para acelerar la puntuación de ese mismo recurso, pero es que si “tiramos” ahí las cartas que no nos valen es muy probable que le estemos haciendo un favor al oponente. La confección de las columnas es un reto de forzar la suerte a la hora de ir añadiendo cartas según nos salen o intentar esperar para formar una escalera más completa, y el descarte por dinero puede parecer obvio pero también hace a uno pensar si nos queremos quedar una carta especialmente valiosa o necesitamos ese dinero para poder abrir una nueva columna.

Tranvía encaja a la perfección en el subgénero de “juego para parejas” por duración, cantidad justa de azar y accesibilidad, cuando tenéis ya escogido el DVD pero no queréis parar la peli a la mitad cuando llegue la pizza, un género que llevaba un tiempo olvidado pero que últimamente nos está dando grandes títulos otra vez, como Patchwork o 7 Wonders Duel. Un gran acierto por parte de SD Games a la hora de escogerlo como parte de su catálogo inaugural, y una compra estupenda para todos los aficionados a este tipo de juegos.

Lo amarás: si te gustan los juegos en los que cada carta puede usarse de mil maneras distintas.

Lo odiarás: si tus juegos para dos jugadores tienen que tener hexágonos y zonas de control.

Juego proporcionado por Generación-X.

 

 

 

3 Comments on Tranvía: que no te pille el tren.

  1. Pues yo ya pasaporté mi copia, que compré ilusionado por las buenas críticas. En mi opinión, ese par de cosas no hace mas que enlentecer el ritmo y apenas aportar decisiones interesantes. El tener que “perder” turnos para poder acumular dinero para, posteriormente, comprar tranvias, me parece un artificio que no sirve mas que para hacer la partida mas larga. Me quedo con Exploradores de aquí a Lima que, además, tiene ese factor tensión tan rico de ver que el mazo se acaba y en la mano te queda todo lo gordo 😛

    • Si tengo que buscar favoritos, en el género para mí son Schotten-Totten y Patchwork, pero éste me parece una buena adición para ir alternando.

    • El Schotten-Totten/Battleline lo tengo pendiente. A ver si me hago con la reedición de IELLO tan molona que acaba de salir en la linea de Minigames.

      De este si destacaría el detalle de forzar las puntuaciones, lo unico que realmente me llamó la atención, pero no es suficiente como para que tuviese ganas de volver a sacarlo teniendo tantas opciones para 2

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