Topoum: la madre del topo
Perepau Llistosella, 2016 – Looping Games

El cuquismo y la tragedia, mano a mano.
Uno de los juegos españoles que más ha dado que hablar últimamente, en un claro ejemplo del lema de Verkami “el que no llora no financia”, ha sido Topoum, del que sólo se sabía en un principio que lo hacía Perepau Llistosella y lo ilustraba Pedro Soto y hale, todo el mundo a poner sus dineros porque para ser alguien en esta vida tienes que poder fardar en Twitter de haber financiado un proyecto de alguien que te vaya a retuitear seguro. A mí, que ya me conocéis, pues es que Verkami me da así en general un tanto de grima, que no he visto un juego salir de esa plataforma que no dé cosica, y el último proyecto de Looping Games, 1911 Admundsend vs Scott, me dejó muy frío (chistaco), así que pasando.
Pero la vida da muchas vueltas y, ¡ay!, resulta que el juego ya está en tiendas y, si está en tiendas, ya sabéis que hago lo posible por echarle alguna partida y contaros qué tal, por si os sirve de advertencia o, al menos, el producto de mi sufrimiento os sirve para entreteneros un ratete, que a mí ya me vale. Y la primera impresión me hace dudar de mí mismo: ¿seguro que esto ha salido por Verkami? Caja de calidad más que decente (incluso con una ilustración en su interior que, para añadir sal a la herida, es hasta útil para preparar la partida), unos topetes de madera más monos que todas las cosas, cartas de buen gramaje… ¡si hasta en el tablero hay un círculo falso de taza de café, como Twilight Struggle! Que las ilustraciones sean chulérrimas ya me extraña menos porque había visto “Pedro Soto” en la portada, con lo que por ahí sí íbamos sobre seguro. Luego veo en la parte de atrás de la caja “Made in Germany” y la cosa ya me cuadra un poco más, pero olé. Esto es lo que hay que hacer: dejar de excusarse en “es que no me da para más y hay que quererme así” y, si queremos que nos tomen en serio, trabajar en serio. Claro que ahí está la diferencia entre un friki con mucha ilusión porque ha hecho un juego con su primo y dos señores que trabajan de esto.

Si la guerra ya es algo chungo, imagínate siendo un topo.
Una vez pasado el shock inicial, toca enfrentarse al juego en sí que, por importante que sea la presentación, si luego el contenido no está a la altura que el juego sea bonito nos vale como al que tiene un tío en Alcalá. Topoum, dibujines y quecos aparte, es un juego muy abstracto, y consiste en intentar formar líneas sin obstáculos entre tus fichas e impedir que el oponente lo haga. En tu turno puedes poner en el tablero una topera de tu color con su correspondiente recluta en uno de los bordes de la zona de juego, o mover cualquier cantidad de tus topos una casilla cada uno. En cualquier caso, tras colocar o mover un topo juegas una carta con una acción especial, bien entre las dos de tu mano bien entre las que hay en una fila común (por estas últimas a lo mejor te toca pagar puntos de victoria) y, por último, puntúas las líneas de visión que hayas formado ese turno: no se vale eso de conseguir una línea chula una vez y a vivir de las rentas, aunque sí que puedes hacer pasito palante – pasito patrás y eso ya cuenta como nuevo.
A dos jugadores el juego está bien, pero tampoco destaca entre un ¡Pingüinos!, un Hive o cualquier otro abstracto ligerito de echar el rato. Sin embargo, cuando metes más jugadores, ¡ay, amigos! Ahí ya sí que la cosa cambia: la lucha por mantener a tus topos en el tablero es encarnizada, y cada movimiento desbloquea muchas oportunidades para que todo se vaya al garete para cuando te vuelva a tocar, con lo que el puzle de cada turno es distinto y el juego se vuelve mucho más táctico. Si añadimos la variedad que aportan las cartas de acción, de las que tenemos 22 distintas (29 si contamos la expansión que incluye el juego en esta primera tirada) pero sólo usamos 7 en cada partida, la cosa se vuelve loquísima, pero es el tipo exacto de locura que a mí me encanta. Como si hubiéramos unido Barony y Dominion y la cosa hubiera salido bien.
Topoum es exactamente el tipo de juego que mejor me funciona: muy sencillo de explicar, gran variedad de una partida a otra y con mucho conflicto, aunque sin llegar al punto de Through the Ages en el que como te quedes un poquito atrás te conviertes en una piñata que suelta puntos de victoria en lugar de chuches. Uno de esos juegos que cabe en cualquier colección y, sin duda, lo mejor que ha diseñado hasta la fecha Perepau Llistosella.
Sí que voy a ponerle un par de pegas. La primera es la puñetera manía que tenemos por aquí de convertir los juegos en colecciones de cromos, y en este caso en Looping Games son reincidentes, ya que también lo hicieron durante la campaña de 1911: Admundsen vs Scott. Estoy hablando, por supuesto, del nivel de mecenazgo de “si pones más dinero ponemos en el juego una carta con tu careto y una broma privada que tú vas a entender pero al resto del mundo le va a sonar a chino”. En un juego que, por todo lo demás, pone tanto cuidado en la presentación, tener unas cartas con un estilo totalmente distinto y que te sacan por completo del ambiente propuesto tira muchísimo para atrás. Por suerte, como las cartas que se usan en cada partida se pueden elegir, con dejarlas escondidas ya vale, aunque algo de rabia sigue dando esa sensación de que te estén capando el juego sólo porque Pepito quería que le hicieran una caricatura a un precio que, si se enterasen en plazas mayores y paseos marítimos varios, se iba a liar.

Niños, no corrijáis pruebas de imprenta a las 3 de la mañana.
La segunda pega sí es algo más grave, y es que en esta primera tirada han salido varias cartas con el título mal puesto, lo que afecta seriamente al desarrollo de la partida sobre todo en los casos en los que el título se encuentra no sólo cambiado, sino repetido. Que nos quejamos mucho cuando en un manual de cientos de páginas de texto como el de Las mil y una noches hay una coma fuera de sitio y luego por cosas graves de verdad como ésta, todos mudos. Está por ver cómo van a solucionarlo, pero mucho me temo que la cosa pinta a que vamos a tener que cruzar los deditos para que el juego tenga mucho éxito, saquen otra expansión y aprovechen para vendernos en ella las cartas corregidas. Espero de todo corazón equivocarme.
Y si espero equivocarme al respecto y estos fallos me enervan especialmente es porque Topoum es, contra todo pronóstico, un juego que se va a quedar en mi colección, con selfies y erratas incluidos, porque el ritmo de la partida, la combinación entre puzle espacial y conflicto que propone y la variedad salvaje entre una partida y otra gracias a la cantidad de combinaciones de cartas distintas (y a que estas cartas son lo suficientemente distintas a su vez entre sí para que se note esa diferencia en juego) hacen que no me ruborice ni un tantito así a la hora de darle a este pepinaco mi sello de aprobación.
Juego proporcionado por Generación-X.
100% de acuerdo con tu reseña esta vez Betote 🙂
Un muy buen abstracto con cartas lo suficientemente diferentes para que cada partida se desarrollo de un modo distinto y esta vez de verdad, no como la mayoría de juegos que venden lo mismo. Me atrevería a decir, con un poco de osadía, que es uno de los mejores juegos españoles que he probado, y digo con un poco de osadía, ya que solo llevo 4 partidas… y porque, que coño, a mi los abstractos me gustan mucho.
La calidad de los elementos y las ilustraciones excelente, al coste que nos salio a los “mecenas” no se si les habrán salido los números, la verdad. Y si, si salieron los números, un gran numero de editoriales nos cagan en la cabeza. Una autentica ganga .
Pero coincido contigo en los puntos negros y sin embargo, no tanto en el error de titulo en las cartas, sino en lo que se refiere a los granjeros… no me gustan por dos motivos:
-El estilo gráfico no me resulta coherente, demasiado realista tal vez no sé, me sacan del juego, no me gusta el concepto. De meter retratos yo hubiera hecho laminas para los 6 o 7 mecenas y punto.
-Respecto a la mecánica que ofrecen, me resulta un añadido al juego impostado, impuesto por el nivel de mecenazgo, que enturbia el magnifico sistema core. No digo que sea así, pero no me casa con el resto del juego. (me he explicado como una mierda lo sé 🙂 )
Pero dicho esto, y dejándolo de lado, el juego es una maravilla en todos los aspectos. Magnifico trabajo.