Reseña: The Possession

Óscar Arévalo, 2014 - Gen-X Games

¿Susto o muerte?

¿Susto o muerte?

Cómo molan los slasher. Para estos días en los que sales del trabajo con el indicador de presión en rojo, o cuando necesitas darle al botón de reinicio del cerebro, nada como una de estas películas en las que un grupo de adolescentes (interpretados por actores que ya hayan cumplido los 30 hace tiempo, por supuesto) hace algo estúpido y van muriendo uno a uno hasta que sólo queda la chica con cara de modosita o el chico tímido con pinta de fricazo. Y uno de los imprescindibles del género es el titulado, oh sorpresa, Posesión infernal, de Sam Raimi, que lanzó al estrellato, o algo parecido, al gran Bruce Campbell. En Gen-X Games no se han olvidado de este clasicazo y han decidido sacar este juego oficial de la película en el que no se hace ninguna referenca a la película, siendo todo parecido o calco puramente coincidente, que si no hay que pagarles derechos a New Line Cinema y no está la cosa para dispendios.

La trama de The Possession (los títulos en inglés molan más siempre, es un hecho científico) ya la conoces si has visto la película: un grupo de amigos se reúne en una choza en medio de un bosque tenebroso sin motivo aparente y deciden que leer un pasaje de un libro con dibujos de demonios y encuadernado en piel humana puede ser divertido. Cómo iban a imaginar que la cosa pudiera salir mal… El caso es que el mal ya está hecho, y tenemos dos opciones: o intentamos deshacer el ritual quemando una de las páginas del libro dispersas por la casa (el dueño anterior se ve que era muy desordenado) o le realquilamos nuestro cuerpo a una entidad preternatural para que se dedique a sembrar el caos, la destrucción y los temazos de Kiko Rivera por doquier.

La que les espera, pobrecicos.

La que les espera, pobrecicos.

¿Y cómo hacemos esto? Al principio de cada turno tiramos un dado para ver si estamos del lado de los ángeles o de los malagentes, siendo más probable que pasemos el turno poseídos cuanto más daño hayamos recibido. Luego se ve si hay evento chungo o no, dependiendo del número de poseídos que haya ese turno y de las acciones que quieran llevar a cabo los “buenos”. Y luego cada jugador va moviendo su queco, con la intención de encontrar páginas del Necronomicón que quemar si se es bueno o de arrancarles los higadillos a mordiscos a los demás jugadores si se está poseído. El juego termina cuando el libro se quema (victoria para el que lo haya quemado) o cuando todo el mundo está poseído (victoria para el que más tollinas haya dado como malo).

La premisa de The Possession llama mucho la atención: no sólo la temática es atrayente (aunque sea en plan genérico, como si de un HeroCults cualquiera se tratase), sino que promete unas interacciones chulas al mezclar aspectos colaborativos y competitivos: quieres encontrar el libro de marras y quemarlo, pero también quieres ser lo más dañino posible en tus turnos de poseído para llevarte la victoria malévola por si acaso. Por desgracia, se queda ahí la cosa: el juego es a la vez demasiado complejo y demasiado simple para conseguir petarlo en un ambiente u otro.

Para ser un juego casual que llevar a una fiesta de pelis sangrientas, cervezas y palomitas resulta demasiado intrincado: la preparación inicial te tiene barajando losetas pero sin barajarlas del todo para conseguir una configuración semi-aleatoria y que se supone que asegura un reparto óptimo de símbolos, todo tiene multitud de pasos intermedios y excepciones, y los símbolos de las cartas son lo suficientemente confusos como para tener que estar continuamente mirando qué significan en las reglas (una hoja de ayuda no habría venido nada mal para evitar andar con el manual de aquí para allá). Tenemos unas reglas de desmembramiento que sí, mucho jajá y mucho mira cómo va el brazo solito a buscarse la vida, pero luego acaban siendo un pitote bastante innecesario. Tenemos, en fin, un juego que si se lo enseñamos a nuestro grupo de colegas acostumbrados a cosas como Munchkin o Zombies!!! se nos van a quedar mirando con cara rara y vamos a tener que estar una y otra vez dando pasitos para atrás o parando la partida para mirar las reglas, y eso es algo que en un juego chorra de tirar dados y pegarnos entre nosotros no debería pasar.

Que tener los brazos de tus amigos arrastrándose para estrangularte no te impida seguir con tu pose casual.

Que tener los brazos de tus amigos arrastrándose para estrangularte no te impida seguir con tu pose casual.

Por otro lado, para atraer a un jugador más “informado”, aquellos con los que juegas a Dead of Winter o Battlestar Galactica, se queda muy corto: en tu turno no tienes una decisión real, más que cruzar los dedos para que te toque ser poseído y puedas al menos tirar dados y hacer el mal, o tener mucha suerte y que te salgan las cartas de búsqueda en el orden correcto. Ganes o pierdas, no vas a pensar en ningún momento “tomé esta decisión y este movimiento me dio la victoria”, sino “salió esta carta y saqué tanto con los dados”. Un buen juego temático es más que ilustraciones con manchas de sangre y cartas de evento: tiene que transmitir una sensación, y en The Possession la única sensación que se te queda es la de “¿cuándo se acaba ésto?”.

Muchas veces, menos es más, y ahí está el principal problema de este juego: algo que podría haber sido un entretenimiento muy divertido de birras y risas se ve lastrado por la multitud de detallitos que no aportan nada más que una complicación innecesaria que ralentiza y lastra el juego en sí, que va de corretear por la casa mientras de vez en cuando alguien se vuelve malo y te ataca. Sobran las losetas de acciones, sobran las mecánicas de la buhardilla y el sótano, sobran los cubitos para limitar las búsquedas… Sobran, en fin, todos los añadidos absurdos que se le han hecho al juego para que no se notase demasiado que se estaba intentando fusilar Betrayal at the House of the Hill. Si eres un fan acérrimo de la franquicia de Sam Raimi, puede que te interese The Possession como al que compra sus tazas para desayuno de Bob Esponja en la tienda de todo a 1€ de al lado pero, tanto si buscas algo para pasar el rato con los amigotes como si quieres una experiencia temática inmersiva, hay muchos otros sitios mejores donde buscar.

Lo mejor: la idea es atrayente, y eliminando todo lo que sobra a base de reglas caseras puede quedar un juego decente.

Lo peor: le sobran muchos detallitos y le falta chicha.

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8 Comments on Reseña: The Possession

  1. Muy buena reseña. Tengo ganas de probarlo porque he oido ya de todo sobre el juego, pero al menos tu explicas las mecánicas, y así uno puede hacerse una idea.

  2. “Sobran las losetas de acciones, sobran las mecánicas de la buhardilla y el sótano, sobran los cubitos para limitar las búsquedas…”
    Hablas de convertir el juego en algo completamente diferente. “The Possession” no es un filler de 25 minutos… la temática se presta a ello, pero eso no es lo que ha montado Óscar. El problema es que buscabas un juego diferente, porque quieres quitarle prácticamente todo. Aunque la mecánica de posesión es lo novedoso, no es lo único que tiene el juego.
    Sin las mecánicas de la buhardilla y el sótano, el jugador que comienza como poseído podría ganar instantáneamente. Ya tiene una página, solo tendría que quemarla al volverse normal en el turno siguiente (con 15 Vidas muy mala suerte tiene que tener para no hacerlo). Esa mecánica es parte fundamental del juego, y además fuerza una elección entre Arma (defensiva) y Llave (ofensiva) al robar cartas.
    Y la regla de desmembramiento es lo que mete presión según avanza la partida… sin ella ganar sería imposible para los poseídos.

    • Sin esas cosas no sería el juego que es, vale, pero es que el juego actual es muy malo, así que convertirlo en algo completamente distinto tal vez no sea una pésima idea después de todo 😉

    • ¡Para gustos los colores! Entiendo la idea, el tema se presta a otra clase de juego y se podría haber creado algo más minimalista manteniendo la mecánica identificativa de la posesión.
      Pero no centraría una reseña en esa idea… al final parece que no has analizado el juego, sino que lo has comparado desde el minuto 1 con ese otro juego que tenías en tu cabeza. ¡A mí el juego tal y como está me gusta! No me parece redondo, pero sí divertido y muy temático, suficiente para que vea mesa en casa.

  3. Es que se queda en un ni chicha ni limoná: para juego chorra, demasiado detallito absurdo. Para juego temático inmersivo (tipo Galactica o Dead of Winter), demasiada poca libertad de acción y mucho azar.

    Y me aventuro a decir que si el autor se llamara James Smith en lugar de Óscar Arévalo, me estarías dando la razón. Que nos conocemos ya y te tira mucho (demasiado) la patria 😉

  4. Hola
    ¿Me recomendarías algún juego de este estilo de temática/ambientación que sea realmente bueno? (respecto a temática/ambientación tengo en mente este y el Print&Play “Death Angel”)
    Si puede ser que tenga más peso respecto a las decisiones.
    Gracias.

  5. No es exactamente lo mismo, pero tienes Dead of Winter que sale en enero en español y me parece brutal, o Panic Station, que es más “La Cosa” pero tiene bastante juego en media horita de duración.

  6. Gracias.
    Sí, el “Dead of Winter” lo he conocido por tu reseña, me he puesto ha buscar y me interesa muy mucho (a pesar de que no soy muy fan del rollo zombie, pero aún así la estética del juego y ambientación me gusta bastante)
    Por lo que he buscado y lo que comentas parece que lo que es del género “slasher” no hay casi casi nada, una pena. u.u

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