Reseña: The Game: Spiel… so lange du kannst!

Steffen Benndorf, 2015 - Nürnberger-Spielkarten-Verlag. 1-5 jugadores, 20 minutos.

Bienvenidos al maravilloso mundo de las malas ideas. Aquí el amigo Benndorf ha decidido diseñar el juego más difícil de buscar en cualquier página, tienda o similares (venga, a ver si tenéis lo que hay que tener para buscar "The Game" en BoardGameGeek). Por si no bastara con eso, los componentes son 98 cartas numeradas del 2 al 99, con lo que cualquiera que tenga una copia de ¡Toma 6! puede jugar sin necesidad de comprarlo y, para rematar, a pesar de ser un juego de cartas de estilo muy tradicional, el encargado del diseño gráfico decide que llenarlo todo de calaveras seguro que aumenta las ventas. Y, sin embargo, ahí está, nominado al Spiel des Jahres de 2015 junto a Ciudad Machi Koro y Colt Express. ¿Nos hemos perdido algo?

Antes de que empecemos a poner el grito en el cielo, recordemos que el Spiel des Jahres no es un premio digamos para fricazos, sino lo que vendría siendo el premio Planeta de los juegos de mesa en Alemania: un premio que sirve como garantía para una familia que se compra un juego de mesa al año para jugar ellos, los niños, los abuelos y, si me apuras, el perro; un premio, en definitiva, para juegos sencillotes e inofensivos y, ¿qué es más inofensivo que un solitario?

Porque eso es lo que es The Game: una variante del solitario de cartas de toda la vida. Todo el juego va de colocar cartas en uno de cuatro montones, dos con orden ascendente a partir del 1 y dos con orden descendente a partir de 99. Cuando ya no se puedan poner más cartas en ningún montón, se cuentan las que nos hemos dejado por colocar y eso serán puntos negativos: a menos negativos, más mejor, hasta llegar a ese momento en el que el mazo se ha barajado en el orden correcto para colocar todas las cartas y ya puedes olvidarlo como te olvidaste del cubo de Rubik o del Threes.

Pero espera, diréis, que he leído los dos renglones de antes de la foto y pone que es de 1 a 5 jugadores, y tendréis razón: con más de un jugador, lo que tenemos es un colaborativo en el que cada jugador tiene una mano de cartas propia y se van turnando para colocarlas en orden. Emoción al máximzzzzzzz…

The Game es algo con lo que tener las manos ocupadas un rato, inofensivo y desde luego nada doloroso de jugar, pero completamente falto de sustancia, no teniendo ni siquiera la gracia del metalenguaje de Hanabi, el cual viene a ser la misma idea pero bien llevada a cabo, y tampoco es que sea para tirar cohetes. En fin, que algo sabrá el jurado del Spiel des Jahres que yo no sepa, pero no creo que os perdáis nada si, en lugar de hacer triquiñuelas para buscar este juego en alguna tienda que haga envíos a España, os bajáis al todo a 0,60€ de la esquina y os compráis una baraja para jugar al solitario de toda la vida.

Te gustará si: desarrollaste tendiditis en el dedo de jugar al Spider en versiones antiguas de Windows.

Lo odiarás si: eres de los que piensan que en un juego deberías tener que tomar alguna decisión de vez en cuando.