Reseña: Saboteur: El Desafío
Saboteur: El Desafío toma los elementos de Saboteur y de Saboteur 2 y los traslada a un juego para dos jugadores simplemente reduciendo el mazo de robo y cambiando la mecánica de roles ocultos por un duelo puro y duro a ver quién es capaz de conectar su túnel con más pepitas de oro, ser el enano más rico y comprarse lo que sea que se compren los enanos ricos.
En tu turno, juegas una carta y luego robas hasta tener seis en la mano; la carta que juegues puede ser o bien una carta de túnel, ampliando tu red e intentando llegar hasta las cartas de objetivo antes que el oponente, o bien una carta de acción que va a hacer distintas cosas como eliminar una carta de túnel, mirar una de las cartas de objetivo (porque las hay mejores y peores y puede que quieras desviarte o hacer que el oponente se dirija hasta una carta que no le dé nada)… o romperle parte del equipo al oponente, haciendo que no pueda ampliar sus túneles hasta que no juegue la carta de equipo adicional correspondiente o se descarte de dos cartas y reduzca el tamaño su mano en una carta hasta el final de la ronda.
Las cartas de equipo roto y las de equipo adicional eran parte fundamental del diseño original de Saboteur, y gran parte de la gracia en ese juego está en decidir a quién sabotear o a quién ayudar. Ahí era donde se sucedían las acusaciones, el faroleo y las rencillas de rondas pasadas y los momentos que se comentaban después de la partida a la hora de las cervezas pero, en un juego para dos jugadores, la cosa pierde todo su sentido: no tienes nadie más a quien jugarle las cartas de equipo roto y siempre te va a compensar jugarlas ya que, en el peor de los casos, haces que el oponente pierda un turno para deshacerse de ella y si no tiene la carta adecuada en la mano tendrá que descartar dos cartas y jugar con menos a partir de entonces.
Puedes tomarte el punto de azar y resta de decisiones de estas cartas como parte del azar intríseco a un juego de este tipo, del mismo modo en que en un juego con dados tendrá ventaja quien obtenga las mejores tiradas en los momentos clave. También puedes deshacerte de esas cartas y jugar una variante más corta o sustituirlas por cartas del Saboteur original, y el resultado sería prácticamente el mismo: un juego ligero con el que pasar un rato entretenido, que no va a sacudir los cimientos de tu vida lúdica pero para esos tiempos muertos mientras llega el repartidor con la cena y se descarga el último episodio de la serie que estáis viendo juntos ya vale.
Lo mejor: rápido, sencillo y con todos los elementos que encantarán a un fan de Saboteur.
Lo peor: la mecánica de romper y arreglar equipo de excavación no funciona tan bien a dos jugadores como con más gente.
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