Reseña: One Night Ultimate Werewolf

Akihisha Okui y Ted Alspach, 2014 - Bezier Games, Inc.

Los juegos de roles ocultos, no es ningún secreto, me encantan. La mezcla entre faroleo, deducción e interacción social que ofrecen es única, y forman uno de los pocos tipos de juegos en los que todo el mundo está jugando todo el tiempo, en lugar de simplemente esperar a que les llegue el turno. Dentro de este estilo de juego, el clásico es Mafia/Hombre-Lobo, al que prácticamente todos hemos jugado alguna vez en clase, en un campamento o en un botellón. Mafia fue un juego muy innovador en su momento, pero tenía varios problemas de los que ya he hablado más de una vez, siendo los principales la eliminación de jugadores (si te eliminan al principio, estás media hora viendo cómo el resto juega y sin poder ni siquiera hablar) y que al ser un juego tan puramente social a veces faltan elementos que ayuden a la deducción o al engaño. Akihisa Okui resolvió ambos problemas en su juego One Night Werewolf y Ted Alspach, que es un aguililla a la hora de ver juegos con potencial y darles una vuelta de tuerca, decidió pulirlo un poco, añadirle un par de detalles y darnos esta versión.

¿Cómo funciona One Night Ultimate Werewolf? Como el título dice, se trata de una versión de Hombre-Lobo que dura una sola noche, con su día y su votación correspondiente. Como en el juego original, se reparte un rol a cada jugador que le indicará si pertenece al bando de los hombres-lobo o al de los aldeanos, y si tiene algún poder especial. Se dejan también tres cartas en el centro de la mesa para añadir algo de incertidumbre (eso significa que, en un principio, tres de los roles no aparecerán esa partida). Todo el mundo cierra los ojos y se pasa a la fase de noche en la que los hombres-lobo se reconocen entre sí y cada personaje realiza su acción. Por fin, todo el mundo abre los ojos y discuten para intentar averiguar quién o quiénes son los hombres-lobo. Cuando el tiempo reservado para discutir ha terminado, se vota a quién linchar. Si el linchado es un hombre-lobo, ganan los aldeanos. Si es un aldeano, ganan los hombres-lobo.

Así en un principio suena un tanto absurdo, pero la gracia está en los personajes especiales: la mayoría de personajes en One Night Ultimate Werewolf tiene una habilidad especial que les permite conseguir un fragmento de información o influir en la disposición de la mesa: un personaje puede mirar una carta, otro cambiar los roles de otros dos jugadores (lo que puede cambiar también su afiliación), otro pude tener su propia condición de victoria, etcétera. Y eso es lo que le da la chispa, y lo que lo vuelve adictivo. Después de la primera partida (que te va a durar cinco o diez minutos, no más), lo más normal es querer jugar otra. Cualquiera que pase a vuestro lado y os vea jugar va a querer unirse y, cuando os queráis dar cuenta, habréis pasado dos, tres o seis horas encadenando una partida de cinco minutos tras otra. Y, al fin y al cabo, ¿no es eso lo que buscamos cuando jugamos, pasarlo bien con gente que nos cae bien, tener una excusa para charlar, relacionarnos entre nosotros y reírnos?

One Night Ultimate Werewolf es, sin duda, el mejor juego ligero de roles ocultos que he jugado y no sólo por diversión, sino por profundidad. Ningún otro juego hasta la fecha ofrece más posibilidades a la hora de intentar conseguir tus objetivos mediante pura deducción lógica, mintiendo descaradamente para evaluar reacciones, dando información incompleta para analizar las deducciones de los demás y sacar conclusiones al respecto… Además, la variedad de roles y el hecho de poder incluir o sacar los que decidas para cada partida añaden rejugabilidad y hacen que haya muchas más posibilidades. Si te gusta mínimamente este tipo de juegos, no sé qué haces que no te has hecho con él ya.

Lo mejor: tremenda y descaradamente adictivo.

Lo peor: el juego con tres o cuatro jugadores no está mal del todo, pero es a partir de cinco como empieza a brillar.