Reseña: Interferencias
Telestrations. 2009 – USAopoly (2012 – Goliath)
¿Cuál es, exactamente, la diferencia entre un juego y un juguete? ¿Cuándo dejamos de explorar y disfrutar para convertirnos en solucionadores de problemas? ¿Son ambas sensaciones mutuamente excluyentes?
En los juegos sociales solemos encontrar que la barrera muchas veces es difusa. Sí, en Wits & Wagers hay elementos de estrategia y planificación, y hay quien tiene técnicas infalibles para ganar a Time’s Up!, pero por lo general cuando uno saca uno de estos juegos no se plantea tanto competir como pasar un buen rato con gente con la que tiene confianza, incluso usarlos como excusa para conocer mejor a la gente con la que se está en ese momento.
Lo curioso es que esa distinción nos llega con el tiempo: al principio, cuando jugamos de niños, no nos parece distinto jugar al escondite que a las tiendas pero poco a poco vamos tomando consciencia de que algunas de esas cosas que hacemos tienen unas reglas más estrictas que otras, y que esas reglas nos ayudan, en esos casos, a decidir que uno o varios de los participantes han ganado al terminar. Asumimos que ganar es mejor que no hacerlo, buscamos esas actividades que nos ofrecen la posibilidad de declararnos vencedores al final y dejamos las demás de lado.
Interferencias es un juguete disfrazado de juego. Basado en el clásico juego del teléfono roto, alternamos turnos entre hacer dibujos para representar palabras o conceptos e intentar adivinar el significado del dibujo de otro. Cuando nos vuelve el cuadernillo que teníamos al principio, lo miramos a ver si hemos recibido lo mismo que enviamos o, de no ser así, dónde y cómo se han empezado a confundir las cosas. Y es ahí donde se encuentra el porqué: al ver cómo lo que nosotros estábamos convencidos de que era un trineo perfecto se convierte en una góndola y nuestro “Papá Noel” nos vuelve como “Venecia”.
Puede que no parezca gran cosa, pero tengo que decir que hacía mucho que no me reía hasta el punto de que me faltara la respiración, y con Interferencias me ha pasado en prácticamente todas las partidas que he echado: ver cómo lo que estabas seguro de que era una cosa resulta ser algo totalmente distinto y cómo en ocho grados de separación pasamos de un concepto a otro, además de la oportunidad de convertirnos en críticos de arte y juzgar los dibujos apresurados de nuestros amigos para expresar algunos conceptos, es la receta para una carcajada segura: no hay nada más divertido que reírnos de los errores ajenos – y propios también, un poquito.
¿No me crees? Pruébalo: con papel, lápiz y amigos puedes hacer lo mismo que hace Interferencias y no tienes por qué preocuparte por estar cometiendo un imperdonable acto de piratería, ya que al fin y al cabo se trata de un juego de dominio público (conocido popularmente por el glamuroso nombre de “Come caca, gato“)y esta versión comercial lo único que proporciona son materiales para jugar de un modo más cómodo. Pruébalo y, cuando la risa vuelva a permitirte hablar, me cuentas.
Lo mejor: una experiencia absolutamente desternillante.
Lo peor: el sistema de puntuación es un añadido inútil. La gracia está en ver los dibujos, no en descubrir quién lo hace mejor.
A mi los juegos sociales me encantan. Pero eso, hay que tener el grupo adecuado. Muermos nos gracias 😛
A ver si un día probamos, aunque sea con solo papel este Interferencias.
Buena reseña compañero!
Desde luego, hay que probarlo. Es una de esas cosas que cambian por completo de la teoría a la práctica.
Gracias por pasarte 😉
En este foro hay varias partidas (si, es posible jugar por mensaje privado y con paint) echenle una mirada para reirse un rato, aquí se le conoce como epyc http://www.castronegro.net/viewforum.php?f=12&sid=aabeef9c16d0f761e79d3ff679a35471