Pandemic Iberia – La gripe española

Preparaos para el visvaporú y las tisanas.

Jesús Torres Castro y Matt Leacock, 2016 – Z-Man Games (Devir)

Ficha en BoardGameGeek

Preparaos para el visvaporú y las tisanas.

Preparaos para el visvaporú y las tisanas.

Se abrió la veda. Pandemic lleva años siendo el referente de los juegos cooperativos, y el espejo en el que todos estos se miran. Y claro, había que hacer lo que fuera por exprimir ese limón, que sólo con expansiones la cosa no da para que coma toda la plantilla de Z-Man Games. Primero fue el juego de dados, que no se estampó contra el suelo pero tampoco fue como para tirar cohetes, y luego ya poniéndose en serio salió Pandemic Legacy y ahí ya sí que fue la locura y, con la locura, la urgencia. Por supuesto, el siguiente paso lógico fue El Reino de Cthulhu, porque una franquicia de juegos que no te meta zombis y sepias no es una franquicia de juegos que se precie (el año que viene tocará la versión de vikingos o en Marte, supongo) y, por fin, con la excusa de que este año la final mundial del torneo Pandemic Survival era en Barcelona, pues venga, mapa de la Península Ibérica. Otro sacacuartos más… ¿o no?

Sacacuartos o no, Pandemic es un juego que me encanta y uno de los favoritos de mi hermana también, que la familia quieras que no tira, así que tocaba probarlo. Y lo primero es avisar, que sí que se parece mucho pero hay cositas que cambian, y si no está uno atento se las puede perder. Habría estado bien una columnita aparte para contarnos a los que hemos jugado el original qué es lo que va cambiando para que quedase más claro, pero tranquilos que aquí está el tito Beto para haceros el resumen:

  • El mapa no es todo el mundo, sino la Península Ibérica (¡sorpresa!).
  • Adiós al movimiento por avión, que esto es 1848. Para sustituirlo, podemos movernos entre puertos (descartando carta del color del destino), construir vías de ferrocarril a un coste de una acción y movernos entre dos puntos cualquiera conectados por ferrocarriles por una acción también. Apañarte una red de ferrocarriles bien maja en las primeras etapas de la partida va a ser fundamental.
  • Las enfermedades ni se erradican ni se encuentra cura para ellas. Todo lo más se investigan, e investigar las cuatro enfermedades será el objetivo aquí. Se acabó eso de erradicar una enfermedad cuanto antes para ir más tranquilitos. Además, cada enfermedad tiene que investigarse en un hospital de su color, con lo que nada de volar a Atlanta y hacerlo todo en el CDC.
  • Eso sí, podemos purificar agua para evitar que la cosa se salga de madre. Por una carta del color adecuado (o de una enfermedad investigada) podemos poner dos fichas de agua en los espacios entre caminos que se quitan antes de añadir cubos a las ciudades que toquen.
Mucho chiste con la fuerza de los vascos, pero luego se ponen pochitos como todo el mundo.

Mucho chiste con la fuerza de los vascos, pero luego se ponen pochitos como todo el mundo.

Es curioso cómo con tres cambios la experiencia puede variar tanto. En Pandemic Iberia las estrategias del original ya no valen, y toca pensar de nuevo usando las herramientas que nos dan ahora. ¿Hasta qué punto compensa perder momento en los primeros turnos para montar una red de ferrocarriles efectiva? ¿Nos centramos en hacer una zona muy fácil de transitar o mejoramos un poquito la comunicación en toda la península? ¿Renta descartarse de una carta y perder esa oportunidad de investigar una enfermedad para purificar agua en una región conflictiva? Esto es como cuando uno pasa del Super Mario World al Mario 64, que todo lo que encuentras es reconocible pero hay que acostumbrarse a lo que nos han añadido y que es lo que supone el reto principal.

Y una vez nos hayamos acostumbrado, tenemos un par de oportunidades más para salir de nuestra zona de confort, que es algo que nos dicen continuamente que hay que hacer y por lo tanto tiene que ser algo bueno, que las frases con foto cuqui de Facebook no se equivocan nunca. Tenemos el reto de la migración de pacientes, en la que los cubitos se van moviendo hacia los hospitales de su color en plan zombi y que nos va a ir cambiando el estado del tablero cada turno, haciendo menos calculable eso de “dejamos esta zona con dos cubitos por ciudad y ya nos ocuparemos más tarde”; cuando esto deje de ser un problema, nos podemos meter con las enfermedades históricas, en la que alguna de las cuatro enfermedades consigue superpoderes, de manera parecida a las mutaciones que ya salían en las expansiones del Pandemic original. Como uno es así de chulo, en la primera partida de prueba metimos ya las migraciones y las cuatro enfermedades (el reglamento te dice que metas una o dos, que no te pases de listo) y el juego nos dio una paliza de impresión, a nosotros que ya metemos seis cartas de epidemia como rutina. Y cómo lo gozamos.

El apartado gráfico a mí me ha gustado, volviendo a la madera para darle un puntito más temático, y con esos diseños de mantel de abuela tan cañís en el inserto y los dorsos de las cartas. Me ha hecho ilusión también el detallito de poner la fecha de fundación en la carta de cada ciudad, porque Pandemic Iberia educa y entretiene. Que vamos, que tan contento con él y con verlo en la estantería, porque es de los que se quedan.

Por supuesto, no puede haber juego de Devir sin sus erratas.

Por supuesto, no puede haber juego de Devir sin sus erratas.

Y venga, que lo estáis deseando: ¿con qué sabor de Pandemic nos quedamos? Yo os comento el estatus de cada una de ellas en mi colección y vosotros ya decidís: lo primero es que no vais a encontrar El Reino de Cthulhu, porque no me parece que tenga tanta profundidad como el básico y ya tengo otros juegos tentaculados que me gustan más (y con “otros” quiero decir Mansiones de la Locura). Pandemic: Legacy está ahora enmarcado en el salón de casa mientras espero la segunda temporada, y si sólo vais a compraros una versión y vais a terminar la campaña, yo os diría que fuerais a por ese sin dudarlo.

Este Pandemic Iberia me parece más chulo, sobre todo en cuanto a variedad y opciones, que el Pandemic básico pelado, pero si le añadimos alguna de las dos expansiones ya la balanza se compensa más. Diría que Pandemic Iberia es la mejor versión para alguien que no esté interesado en comprar expansiones y que no vaya a jugar de manera tan constante como para seguir una campaña. Además, va de 2 a 5 jugadores, cosa que ningún otro básico hace, y tiene ese puntito de tensión de saber que los demás van a seguir ahí pero para éste no hay planes de reimpresión, que cuando uno va con ansia coleccionista es un buen empujoncito.

En mi caso sólo puedo decir una cosa en contra de Pandemic Iberia, y es que aún no he podido jugarlo con mi hermana porque Berlín me pilla un poquito lejos ahora mismo, pero eso no es culpa de nadie, ni siquiera de Devir, así que habrá que vivir con ello. Para los que tengáis familia o amigos en vuestra misma ciudad, por otro lado, es un pepinazo que no os podéis perder.

seal of approval

Juego proporcionado por Devir Iberia.


 

 

3 Comments on Pandemic Iberia – La gripe española

  1. Si tienes pandemia normal y el de cthulhu, merecería la pena coger este??

  2. Curioso yo me hubiese esperado antes un Pandemic centrado en la Europa de la peste negra, tiene una pintaza tematica que da gusto..no he jugado nunca a un Pandemic, pero a ver si lo puedo provar cuando un colega que lo tiene termina la partida con el grupo que lo juegan..(aunque no se si seria un lastre en una partida..disperso yo no lo siguiente..XD)

  3. Seria muy bueno leer una reseña del pandemic fall of rome.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: