Masmorra: Dungeons of Arcadia – Lucha contra los dados

Portada con dibujines estilo chibi luchando contra monstruos estándar #5782.

Daniel Alves, Patrick Matheus y Eurico Cunha Neto, 2017 – CMON Limited

Ficha en BoardGameGeek

Portada con dibujines estilo chibi luchando contra monstruos estándar #5782.

Portada con dibujines estilo chibi luchando contra monstruos estándar #5782.

No me duelen prendas en admitirlo: el único motivo por el que me apunté al Kickstarter de Masmorra: Dungeons of Arcadia fue que a base de metas adicionales uno acababa con un buen puñado de figuras que se podían usar en Arcadia Quest, y oye, si de paso me dan un juego, pues bienvenido sea. Después de todo, la premisa no es que fuera lo más de lo más: cada jugador lleva un aventurero que va a explorar una mazmorra llena de monstruos y trampas para conseguir oro y experiencia. Lo nunca visto, vaya. Sin embargo, en lugar de hacer como cualquier persona con sentido común y poner el juego según me llegó a la venta por el doble o triple de lo que me costó (tengo un blog con reseñas escritas de juegos de mesa, está claro que la visión comercial no es lo mío), me entró la curiosidad por qué tal sería el juego ese que me venía de regalo con las figuritas que había comprado, y ahora os cuento qué tal la experiencia.

Venga plástico y cartoncete, que no decaiga.

Venga plástico y cartoncete, que no decaiga.

Vale, ya tenemos claro que en cuanto a temática no se va a llevar ningún premio a la originalidad, pero sí que nos ofrece algo que no es común ver en juegos de mazmorras, y es el modo en el que movemos a nuestros aventureros: al principio de nuestro turno tiramos unos dadetes (con posibilidad de repetir los resultados que no nos enamoren una vez), y luego iremos usando los símbolos que hayamos sacado para movernos, luchar contra monstruos, desactivar trampas, abrir cofres de tesoro y demás. Las habilidades de nuestros aventureros, tanto la inicial como las que vayamos consiguiendo al subir de nivel, nos van a permitir trastear más con los dados y convertir unos símbolos en otros. Esto hace que la experiencia de juego sea muy distinta a lo que estamos habituados. Mientras que en la mayoría de los juegos de mazmorras la emoción está en cargar contra el enemigo y tirar los dados a ver si nos lo ventilamos, en Masmorra: Dungeons of Arcadia esta inmediatez se ve reemplazada por un reto de gestión, de ver cuál es el mejor modo de aprovechar la tirada de este turno.

Por desgracia, y a pesar de lo mucho que me gusta este modo de hacer las cosas en una versión mazmorrera de Roll for the Galaxy o Alien Frontiers, creo que en este caso lo que se pierde por el camino no compensa. El puntito de estrategia de más hace que el juego pierda emoción y dinamismo en comparación con otros, ya que aquí el “yo ataco y a ver qué pasa” se ve sustituido por ese ejercicio de optimización, salvando las distancias, que hace que Mage Knight sea prácticamente injugable con más de tres jugadores. Las cartas de tesoro que consigues al matar monstruos tampoco ayudan, ya que están hechas del modo más soso y blandurro posible, con un título, un icono y una descripción técnica del efecto. Ni un dibujín, ni un texto de ambientación, ni nada que dé una sensación de aventura. Y que al final del día lo único que hagan esas cartas sea ayudarte un poquito o molestar un poquito a otro jugador tampoco las hace precisamente más atractivas.

Mi pobre corazón no está para emociones tan fuertes.

Mi pobre corazón no está para emociones tan fuertes.

Como juego competitivo, al final, Masmorra: Dungeons of Arcadia me temo que falla y bastante. No me da sensación de aventura, el reto estratégico se ve muy diluido por el componente aleatorio de las cartas y tampoco es tan ágil como para jugarlo como alternativa a Munchkin. La variante cooperativa, por otro lado, se me hizo bastante más agradable: el entreturno que me enervaba en la versión competitiva aquí no duele tanto porque lo que hace el otro te afecta directamente y puedes discutir estrategias, y la proporción de estrategia contra suerte está en un término medio más que aceptable, aunque quizás se haga demasiado fácil si lo que quieres es un reto de esos de levantarte de la silla cuando consigues superarlo o picarte e intentarlo de nuevo justo después de que el juego te haya servido tu culo en bandeja.

En fin, un juego que ni chicha ni limoná. No desagrada, y sigue siendo un paso adelante respecto a HeroQuest y similares, pero tampoco enamora. Lo voy a guardar con la esperanza de que alguna expansión o regla casera le dé la chispa que le falta, pero en el estante de abajo, siempre que prometa no molestar.

 

1 Comment on Masmorra: Dungeons of Arcadia – Lucha contra los dados

  1. Bueno, pero al menos te han quedado las miniaturas que era lo que te importaba realmente ¡jajajajaja!
    Todavía estás a tiempo de venderlo, no tendrá el mismo precio que cuando lo compraste nuevo, pero igual podrías recuperar algo e invertirlo en otro juego que te guste más.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

%d