Haru Ichiban: Conecta 4 al estilo zen

No, no es ningún Pokémon.

Bruno Cathala, 2014 – Blackrock Games (GDM Games)

Ficha en BoardGameGeek

No, no es ningún Pokémon.

No, no es ningún Pokémon.

Y con el título ya está la reseña hecha, pero aquí habéis venido a leer y no estaría bonito dejaros con una frase y hasta luego, así que vamos a elaborar un poquito. Haru Ichiban es uno más de los chopocientos juegos que está sacando Bruno Cathala últimamente, lo cual tampoco tiene por qué ser necesariamente malo ya que oye, el hombre que saque todos los juegos que quiera si van a ser tan buenos como Five Tribes o JamaicaLo que sí que resulta curioso es que lo tengamos en español gracias a GDM Games, que nos tenía acostumbrados a producción propia de bajo coste al estilo de SCAPE (ya, la ortografía es para débiles). ¿Qué tendrá este juego que ha hecho a una editorial con una línea tan característica salirse de su pauta marcada?

Haru Ichiban es un juego abstracto ligero para dos jugadores, como Pocket Invaders o el genial Constructo, en el que queremos formar una fila de cuatro flores de nuestro color sobre una formación de nenúfares que se van moviendo. Hasta aquí nada especialmente original, pero el puntito especial está en cómo se decide el orden de turno y el flujo de juego: cada turno, ambos jugadores escogen una flor de entre tres robadas al azar, cada una con un número escrito en el dorso. El jugador con la flor más baja será el jardinero junior, y el otro, el senior. A partir de ahí, el turno se desarrolla tal que así: primero el junior pone su flor en el nenúfar oscuro, luego el senior pone la suya en el nenúfar libre que quiera (si hay una rana en ese nenúfar, la desplaza); después el junior desplaza una fila de nenúfares una casilla en cualquier dirección y, por último, el senior da la vuelta a un nenúfar para el próximo turno. Así hasta que uno de los dos jugadores consiga una formación concreta (cuadrado, cuatro en raya ortogonal, cuatro en raya diagonal o cinco en raya), se anotan los puntos correspodientes a esa formación, se limpia el tablero y a empezar otra vez; el primero en llegar a cinco puntos gana.

Doctor Falken, ¿y si nos echamos un Patchwork?

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Y ya. Haru Ichiban no va a convertirse en un clásico moderno ni dejarte una huella imborrable, pero es uno de esos juegos sencillos de explicar y agradables de jugar que nunca estorban. Echo en falta quizás algún punto que me haga querer jugar específicamente a éste en lugar de a cualquier otro de su estilo, un elemento visual o táctil que me llame la atención (la portada es muy chula, pero el tablero no es nada especial) y se nota que tiene mucho de producto “para salir del paso”: correcto, sin puntos negativos que señalar, pero sin ninguna virtud especial tampoco. Es como ese vecino que te saluda en el portal pero luego ni resulta ser un asesino psicópata ni nada.

Lo amarás: si siempre estás buscando nuevas variantes al abstracto ligero de dos jugadores para evitar quemar el de siempre de tanto repetirlo.

Lo odiarás: si buscas experiencias únicas y memorables en tus partidas.

Juego proporcionado por Generación-X.

1 Comment on Haru Ichiban: Conecta 4 al estilo zen

  1. Lo malo de este tipo de juegos es que ocupan un nicho en el que ya hay mucho título publicado, sin ir más lejos, los ya míticos de Kosmos para dos.

    Por ello, pese a que puedan entretener, o aportan algo de enjundia nueva o ya nada más salir son títulos prescindibles para gente con colecciones ya decentes.

    Pero como no todo el mundo es un enfermo de la compra como yo, el juego tiene una estética cuidada y si te gusta lo japo,no es una mala adquisición, considerando lo anterior, para probar. Bienvenida sea la gente nueva a este mundillo

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