Fanhunter: Urban Warfare – ¡AVIV SLEC LOÑIP!
David Esbrí, 2017 – Devir
Ficha del juego en BoardGameGeek

¿Don Depresor con piernas? ¿Qué será lo próximo, mujeres Cazafantasmas?
A los abueletes del mundillo (con una definición de abuelete estirada hasta alcanzar el “yo recuerdo cuando se podían comprar sobres de Revised Edition en cualquier tienda”) nos gusta hablar de lo chungo que era ser friki en tiempos pretéritos, con su “asesino del rol” en la tele y las fotocopias de Dragon Ball ahí a tope. Algunos hasta de vez en cuando escribimos sobre ello, porque para qué haber hecho la mili si no lo puedes contar. Por aquella época, un chaval que se pasaba las clases escribiendo cartas a los correos del lector de los tebeos decidió que no estaba procastinando lo suficiente y se puso también a dibujar señores con la nariz muy grande que hacían cosas de risa. Y lo que empezó como una serie de chistes con no demasiada gracia acabó siendo una serie de chistes con no demasiada gracia, pero que nos hablaban de un mundo en el que los pringaos éramos los héroes, en los que Terminator se encontraba con Mortadelo y que decidimos hacer nuestro. Había nacido Fanhunter.
De ahí ya fue todo para arriba. Del fanzine Fanhunter salió el tebeo Fanhunter, y como todo lo que tenía éxito a finales del siglo XX, acabó saliendo un juego de rol, porque así era nuestro rollo: el epítome del éxito era que sacaran un juego de rol con tu idea. Y, como no podía ser de otro modo para una saga basada en parodias cutronas, el señor autor, un tal Chema Pamundi que a lo mejor os suena de algo (y si no os suena, os lo estáis perdiendo) decidió que tampoco íbamos a volvernos locos y si las reglas de Ghostbusters RPG ya estaban bien, pues para qué molestarse en buscar otras. Él jura y perjura que su inspiración fue Space 1889, y tampoco vamos a dejar de quererlo por ello, pero en fin.
Fanhunter fue durante mucho tiempo mi juego de rol favorito junto a La Llamada de Cthulhu y no me duelen prendas por admitirlo. Tenía ese estilo relajado, un haz lo que te parezca más divertido y si acaso tira un porrón de dados a ver qué pasa en el que, si te dejabas llevar, te pasaban cosas loquísimas. Podría hablar de aquella partida en la que los jugadores se hicieron amigos del fantasma de Elvis que habitaba en un tanque de las tropas invasoras, o de aquel viaje del INSERSO de la Resistencia que acabó desembocando en un apocalipsis zombi, o de cómo los Backstreet Boys interpretaron un papel crucial en la huida de una prisión submarina de alta seguridad, pero no estamos aquí para eso, o quizás sí, porque esos años van a ser clave para comprender por qué opino lo que opino del juego que nos ocupa hoy, Fanhunter: Urban Warfare.

Ser público objetivo de este juego: definición gráfica.
Fanhunter: Urban Warfare es un juego de batallas de moñecotes en el universo de Fanhunter, en el que un librero se nos volvió loco de tanto leer a Philip K Dick, ha conquistado medio mundo y ha montado un estado represor en el que todas las formas de ocio alternativo, desde el Munchkin hasta los discos de El Fary, han sido prohibidas. Nos pondremos al mando de tropas del régimen o de la Resistencia, y hale, a tirar dadetes. Y qué queréis que os diga, el reglamento pues es lo que es en cuanto a juego. Mueves tus señores, tiras dados y miras a ver qué pasa. Pero es que el valor de este juego para mí no está en lo que hace, sino en cómo lo hace o, más bien, en los años que me quita mientras lo hace.
El reglamento de Fanhunter: Urban Warfare es algo arcaico y rezuma viejunismo, rollo juego que te encontrabas en el encarte de la White Dwarf pero en una caja. Las reglas asumen que estás familiarizado con conceptos como línea de visión, integridad de escuadrones y demás, así como todo el rollo de diferenciar tiradas de dados de ataque y defensa, o cantidad de dados a tirar y número objetivo, o las habilidades especiales que te mencionan nada más en la tarjeta de la figura y tienes que mirar en las reglas cada vez que las usas, y sin contar con las cartas de objeto que puedes encontrar haciendo que uno de tus personajes busque en un elemento del terreno y que, en según qué escenarios, te pueden dar un vuelco importante o no servirte para nada. La sensación general, si dejamos a un lado el tema, es de un juego de escaramuzas correcto, que no te va a asombrar con sus decisiones de diseño pero que oye, en media horita te has jugado un escenario y te has echado unas risas con alguna tirada desastrosa.

Si no te da nostalgia de los 90, al menos te la puede dar si estuviste en el 15-M.
Pero es que dejar de lado el tema y centrarse en las reglas sería como juzgar una película porno por sus interpretaciones. Y aquí me acusaréis de lo que queráis, pero noto que faltan la mala leche de más y los tornillos de menos de Chema Pamundi en su Fanhunter Batallitas, la versión de recortar papelotes de este juego. No me malinterpretéis: en cuanto a reglas, éste me parece bastante más apañado que el recorte que el hamijo Chema hizo de Space Hulk, y se le notan bastante menos las costuras, pero los escenarios me parecieron mucho más simpáticos y variados: los fanhunters que irrumpen en mitad de una partida de rol, con el líder de la resistencia en el retrete, el partido de fútbol con una cabeza de estatua cortada, incluso el encuentro con el macute degenerado en las alcantarillas…, eso era lo que buscaba en Fanhunter: Urban Warfare y lo que más echo de menos: si me das unas reglas básicas para poder hacer cosas locas, dame cosas locas que hacer, no me limites a ir del punto A al punto B antes de X turnos.
Me comentan por el pinganillo que hay cosas de esas planeadas, así como miniaturas de personajes que no salen en esta caja básica, y yo estaré ahí para cuando salgan, que sigo confiando en que Devir o los aficionados publiquen escenarios más divertidos y variados, y mientras tanto miraré a ver si puedo reciclar el material de Fanhunter Batallitas para jugarlo con esta versión. Internet, no me falles.
Recomendado para: nostálgicos de los 90.
Juego proporcionado por Devir.
La verdad es que esta franquicia que tanto nos enamoró de adolescentes (y que deberia tenerlo todo para petarlo) no termina de sacar un producto medianamente decente (para mi). Se está sumando al carro de muchas modas y estilos de juego que zzz…. no aportan nada, al contrario que si hizo el comic en su momento
Acabo de descubrir este blog, buenisimo! Enhorabuena 🙂