El último poeta urbano

Me engañasteis de mala manera, me mentisteis para que pusiese en versos la noche, el vómito en los lavabos y los ojos rojos de humo. ¿Y dónde hay ahora quien me invite a una raya? ¿Qué hay de esos polvos alcohólicos, esos cuernos sin remordimientos que tanto me aplaudisteis en papel? Hoy me leéis desde vuestros sillones, con la leche caliente en la mesita de al lado, con la televisión encendida el sábado por la noche, mientras yo os sigo buscando en todas las barras peleándome con los gorilas que ya no reconocen mi cara, que me tratan como a un borracho más. Me abandonasteis, cabrones, y yo no sirvo ya para otra cosa que tomarme el último whisky de todas las noches, mientras espero que regreséis y volváis a fumar y reír conmigo. Os echo de menos.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

%d