El paredón: Santiago, Vikings on Board, X Nimmt!

Qué queréis que os diga, hasta que el dinero de Patreon me dé para dedicarme en exclusiva al blog, uno tiene que seguir trabajando, y mayo-junio no son los meses más descansados para un profesor precisamente, así que algunos de los juegos que he ido probando estos días se han quedado en el tintero. Aquí van tres de los que os quería hablar, pero que no me da la vida para plantarles una reseña completa.

Santiago (7/10)

Seguro que no he sido el único que se sorprendió ante la noticia de que Ediciones Primigenio iba a sacar en español este juego de Claudia Hely y Roman Pelek de 2003. Más cuando, a primera vista, estamos ante un euro de estos secos, secos, y la editorial del pulpo por chistera es más dada a juegos pequeños con bien de interacción. Les habrá dado un aire, querrán ampliar miras o habrán pillado la licencia baratita, son las tres principales causas que se nos ocurren ante esta situación. De cualquier modo, habrá que quererlos igual, piensa uno (porque Nancy y Sergio son bastante queribles en cualquier caso), y a ver qué nos traen esta vez.

Y no, no les ha dado un aire, siguen en sus trece y sobre el precio de la licencia no tengo noticias, pero la verdad es que Santiago encaja a la perfección en el catálogo de la editorial: sí, es un eurazo, pero un eurazo de los de antes, de los de tres reglas (subastas losetas, se intenta sobornar al irrigador dónde pone su palitroque, las losetas sin palitroque al lado se secan y al final se puntúan grupos de losetas del mismo tipo según los cubitos que tengas en cada grupo) y mucha mala leche. Quizá haya llegado algo tarde para mí, que cuando busco un juego de negociación salvaje acabo tirando de Chinatown o Lifeboats, pero en un grupo que busque alejarse de complicaciones y bien dado al troleo en la partida puede funcionar bastante bien. Eso sí, cuidado con los que se enfurruscan y acusan de kingmaking a la primera de cambio, porque un elemento de esos te puede amargar la partida (y se seguirá quejando durante días después de ella, que ya nos conocemos).

Vikings on Board (5/10)

Ya sabéis que los juegos de Blue Orange Games siempre me llaman la atención. Y digo “de Blue Orange Games” en lugar de nombrar a los autores porque lo que me fascina de esta editorial es su producción: son juegos con unos materiales de primera, un aspecto muy atractivo y una preocupación por el packaging brutal: si te compras un juego de esta editorial sabes que vas a tener un juego bonito, barato en relación componentes-precio y con un inserto maravilloso. Hasta les perdono que los componentes vengan ya destroquelados y montados por la sensación de plug and play que te dan: abres la caja y lo tienes ya todo hecho a la espera de que te leas el (generalmente cortito) manual.

Lamentablemente, en este caso no me ha pasado como con New York 1901 o Kingdomino, en los que además la experiencia de juego estaba a la altura de la producción. El juego va de ir colocando tus vikingos en espacios de acción para ir moviendo secciones de barco de un lado a otro y tener mayoría de escuditos cuando el barco zarpe. Los vikingos están ahí porque los vikingos son los nuevos zombis adoradores de Cthulhu en el Renacimisnto y hay que ponerlos en todos los juegos de mesa, y la sensación de juego es un poco pan sin sal, de estar pasando el rato pero sin que te interese mucho lo que está ocurriendo ahí. Imhotep, sin ser tampoco de mis juegos favoritos, te da sensaciones muy parecidas pero con menos detallito de “vamos a meter esto también que si no el juego se queda en nada”, con un tema que, sin convertir las partidas en historias épicas, al menos le da un poquito de sentido, y más sensación de control. No es que el juego sea malo en sí (no falla especialmente en ningún aspecto), pero tampoco hay ninguna razón para jugar a Vikings on Board en lugar de a cualquier otra cosa.

X Nimmt! (8/10)

Era lógico. Después de ¡Toma 6!, ¡Toma 11!, ¡Toma 5!, el yayo Kramer se ha cansado de tomar y ya ha dicho que venga, que tomes X y te quedes con el cambio. Esta versión la compramos en un viajecito relámpago a Berlín, que los tenían en el Corte Bávaro ahí a puñados, y es que en esta casa se valora mucho todo lo que venga de Kramer en una cajita pequeña, que si un día se corta una oreja y nos la manda la vamos a aceptar encantados. Aquí la novedad que mete respecto a ¡Toma 6! es que las filas de cartas son de longitud variable, menos y más cortitas, con lo que vas a estar comiendo cartas más a menudo. Pero ojo, esas cartas ahora van todas a tu mano menos una, que va a tu fila particular, donde siguen a salvo. Si no logras continuar con la serie ascendente de tu fila, ahí estás vendido, que se van a la pila del dolor, donde puntuarán doble. Cuando alguien se queda sin cartas en la mano, puntúas las vacas de tu mano y las de la pila del dolor, y el que quede con menos puntos gana.

Lo que X Nimmt! consigue es marcarse un juego que te da una experiencia muy parecida a ¡Toma 6! (el mejor de la saga hasta el momento), pero que funciona muy bien con 2, 3 y 4 jugadores, mientras que el original donde brilla es a partir de 5. Uno de esos juegos que puedes meter sin miedo en la bolsa de Mercadona que llevas a las quedadas jugonas, que sabes que siempre te va a funcionar, con esa mezcla justa entre simplicidad de juego y sensación de estar tomando decisiones, sin dejar de lado la chispa que tiene el azar y el caos, sabiendo que muy pocas veces vas a tener una jugada totalmente segura. Un juego que merece sello de aprobación y beso en los morros. Empecemos por lo primero.

Santiago y Vikings on Board proporcionados por Generación-X.

1 Comment on El paredón: Santiago, Vikings on Board, X Nimmt!

  1. te echamos de menos un nuevo articulo please

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