El favor del faraón: roll like an Egyptian
Favor of the Pharaoh. Tom Lehmann, 2015 – Bezier Games (Viravi Edicions)
2-4 jugadores, 30 minutos

Con dados de cuatro caras les habría salido más temático.
Puede que el nombre de Tom Lehmann os suene por ser el creador del funcional pero aburridísimo Race for the Galaxy. Puede que, en cambio, os suene por ser el creador del genial Roll for the Galaxy. Yo, como soy más de la segunda cuerda, cuando me enteré de que el amigo iba a sacar otro juego de dados, que iba a ser una puesta al día de To Court the King (uno de esos juegos que casi nadie tiene y los que lo tienen dicen que es buenísimo para sentirse más especiales) y que una editorial como Viravi, que de momento ha acertado conmigo de pleno con Capitán Flint y Una noche: el hombre lobo, iba a apostar por él pues qué queréis que os diga, caí como un corderito.
Al abrir la caja nos encontramos con un inserto bastante rarete, que hasta instrucciones tiene sobre cómo colocar las cosas dentro, y uno puede pensar que algo así es sobrarse pero, la verdad, una vez has jugado unas cuantas partidas das las gracias por la idea, y es que os digo que, con otro inserto, tras un par de partidas este juego habría volado de mi colección ante lo desesperante que podría llegar a hacerse tanto preparar como recoger el juego. Tal como está ahora no es una cosa instantánea que digamos, pero se hace soportable.

Así se hace un inserto.
El favor del faraón tiene mucho que ver con juegos como Dominion o Quarriors, en cuanto a que empiezas la partidas con, en este caso, un puñado de dados normalitos y conforme vas jugando vas adquiriendo, en este caso, losetas que te dan más dados para la siguiente tirada, o que te permiten alterar algún resultado o cosas así. Y el objetivo es sencillo: llegar en algún momento a conseguir siete o más resultados iguales, activar la Tirada Ultimate Extreme Radical de fin de partida y ganar el favor del faraón siendo el que ha conseguido el mejor resultado en ella.
Simple, ¿verdad? Pues poco más tiene. La miga del asunto está en decidir en cada tirada a por qué loseta vas a ir a la hora de guardarte un resultado u otro cada vez, usar los dados especiales y las habilidades de otras losetas lo mejor posible, jugártela por ser el primero en conseguir las losetas más potentes a riesgo de fallar la tirada y quedarte sin nada y reservarte los amuletos para el momento adecuado. Y tampoco es que necesite mucho más.
El favor del faraón no es un juego al que vayas a dedicar tu vida ni sobre el que vayas a leer cientos de artículos de estrategia porque, en esencia, es un juego familiar de gestión de azar y este tipo de juegos no van a gozar del beneplácito de los más sibaritas pero, por otro lado, es un juego muy agradable a los sentidos: los dados y las losetas son de buen material y tamaño y muy coloridos; especialmente esos dados de plástico son de los que da gusto agitar y ver rodar sobre la mesa, incluso oír cómo ruedan es agradable. Luego te quedas con uno o dos resultados, los fijas en la pirámide y tiras el resto, esperando que esta vez lo que salga siga la línea que has decidido marcar y conseguir la escalera o el trío que necesitas para quedarte esa nueva loseta. Y, justo cuando la cosa está a punto de empezar a decaer, alguien consigue la última loseta y la partida termina en un estallido, un último esfuerzo final en el que lo das todo, y aquí no ha pasado nada.

Dados: las chuches de los frikis.
Quizá el mayor problema de este juego sea no tanto un fallo como una característica: es un juego cómodo, seguro, que ha seguido todas las fórmulas para no desagradar a nadie: temática atractiva pero no invasiva, buenos valores de producción, un punto de azar para mantener la emoción pero con control en forma de amuletos para repetir tiradas y la opción de irse quedando con los resultados que uno quiera cada vez, losetas que marcan una mejora clara pero no resultan excesivas en cuanto a poder y una duración muy ajustada pensada para que la partida termine en cuanto un jugador empieza a desmarcarse. Todo esto es muy positivo, pero le falta una verruga, una arista que lo convierta en el favorito de alguien a riesgo de ganarse el odio de otros. El favor del faraón es el restaurante italiano de los juegos de mesa: quizá no sea la primerísima opción de nadie, pero seguro que todo el mundo va a quedar satisfecho con la cena.
Te gustará si: buscas un juego que sacar con toda la familia y que no sea uno de los de siempre.
Lo odiarás si: quieres algo rompedor y único.
A mi esta edición me parece innecesaria. To Court the King ofrecía lo justo y necesario: el grupete de dados y un mazo de cartas. Aquí se tira por todo lo alto para ofrecer lo mismo, pero a un precio desorbitado en cuanto a sensaciones (que no en cuanto a componentes). Y que conste que no tengo ninguno de los dos. Solo me lo plantearia si pudiese conseguir cualquiera de los dos en torno a los 20-25 €.
Pero, ¿cuándo un juego de Bezier ha tenido un precio ajustado?
Pues ya tu sabeh… xD
Cuando pillas una edición en alemanote 😛
¿Race for the galaxy, aburridísimo? Como se entere Sheffieldgeorge, te estampa, ja ja ja…..Y muy atinado la metáfora del restaurante italiano. Me ha hecho entender qué puedo esperar del juego más que un par de reseñas. Gracias.
Sólo por esta expresión “funcional pero aburridísimo Race for the Galaxy” alguien con un blog sobre juegos de mesa debería plantearse si no se ha equivocado de quehacer.