Diversidad en los juegos de mesa
Lo malo de ser un varón blanco heterosexual de mediana edad es que a la hora de hablar de según qué temas siempre lo va uno a hacer de oídas como mucho; lo bueno es que te van a hacer mucho más caso que a la gente que sí podría hablar de primera mano así que, con mis limitaciones y todo, supongo que toca hablar del tema, esperando no desatar otro Gamergate que, por otro lado, teniendo en cuenta la peligrosidad del jugador de tablero medio, tampoco iba a ser gran cosa. Pero vamos al lío.
Empezando por el elefante en la habitación, si bien es cierto que en otras aficiones lo tienen peor aún, está claro que la inmensa mayoría de los que le damos a eso de mover cubitos de madera de un lado a otro somos hombres. Los motivos son muchos y muy variados, desde la educación que ha recibido nuestra generación (millenials y alrededores principalmente) a los problemas de eso que se ha ido en llamar conciliación y hacen que hoy en día las mujeres tengan, hablando en general, menos tiempo libre para tontás que los hombres, pero nosotros también tenemos nuestro puntito de culpa, aunque no nos demos cuenta.
Echadle un vistazo a vuestra colección de juegos. Mirad las portadas y contadme: ¿en cuántas de ellas sale una mujer haciendo algo? Claro, que ha sido así de siempre. Por supuesto, que la intención no es minusvalorar a nadie. Sin duda, que se trata de captar al cliente principal. Ya, que a muchas mujeres tampoco les molesta, que están acostumbradas. Pero que para la mayoría no sea un problema no hace que el problema sea menos grave para quien sí lo es y, si a muchos nos da igual y hay a quien le duele, ¿por qué no dejar de hacerlo?

Qué feliz toda la familia, cada cual a lo suyo.
Pero podríamos ignorar todo esto, que es cosa de empresas y las empresas no tienen más alma que el dinero, si nosotros no fuéramos aún peores. Y llegamos con nuestra mejor intención y preguntamos en algún foro si alguien conoce algún juego para chicas porque queremos jugar con nuestra pareja y claro, ¿para qué preguntarle a ella qué tipos de juegos le atraen si podemos pedirles su opinión a un montón de desconocidos? O, peor aún, le decimos eso de este juego te va a gustar, ya verás, que es muy sencillito, porque claro, tampoco vamos a hacer que su pobre cerebrito rosa de florecitas y mariposas explote al intentar descifrar las reglas tan complejas que tienen los juegos para machotes. En fin.
He estado hablando hasta ahora de las dificultades que encuentran muchas mujeres para sentirse bienvenidas en este mundo porque son quizá los casos más numerosos (es lo que tiene formar la mitad de la población mundial), pero no es ni el único ni el más grave de los aspectos en los que podríamos hacer la afición algo más acogedor para todo el mundo. Y, teniendo en cuenta que uno de los puntos positivos que utilizamos cuando queremos vender esto de los juegos de mesa es que nos permiten pasar el rato con nuestros amigos, ¿no sería lo idea poder hacer que todos nuestros amigos estén a gusto sentándose a jugar?

Yo soy más igualitario que tú.
Ahora es cuando me tocaría deciros qué hay que hacer pero, la verdad, no creo que sea yo a quien le corresponda. Así que voy a preguntaros: ¿qué cosas creéis que podríamos mejorar para hacer el mundillo de los juegos de mesa algo aún más genial de lo que ya es? ¿Cómo podemos hacer que todo el mundo esté a gusto a la hora de mover cubitos, tirar dados y jugar cartas? En los comentarios os espero.
Felicidades por la entrada. ME ha parecido muy, muy acertada.
Muchas veces mi mujer y yo nos hacemos la misma pregunta. Ella es mucho más competitiva y agresiva que yo y no entendemos por qué hay tan pocas mujeres en la afición. Quizá sea porque las mujeres han sido educadas en la sumisión y no en la competitividad.
Respecto a los juegos “integradores” el viernes mismo, jugando al Shadows of the Emperor, mientras nos explicaban las reglas “… si tienes hijos ocupas puestos en la aristocracia. En cambio si tienes hijas, las puedes casar con un aristócrata por 1 PV o meterlas a monja por una moneda”. Los gritos de mi mujer se oirían hasta en Cuba. Menos mal que conseguimos convencerla para que jugara pero no paró de murmurar en toda la partida.
Aunque supongo que el juego en sí trata de establecer unas reglas ajustadas a la historia real, creo que tampoco ayuda a que las mujeres se sientan cómodas. No entiendo por qué se monta el pollo por que se usen “esclavos” en el Five Tribes y nadie se molesta por cosas como la anterior. En fin… poco a poco.
Fantastica entrada. Tienes toda la razon y no deja de ser oportuna y necesaria.
Enhorabuena por la página y sigue dándole duro!
Bueno, yo creo que hoy en día existe suficiente diversidad de juegos de mesa para hacer que mucha gente se sienta cómoda. Evidentemente, no todos tienen los mismos gustos y no necesariamente a todo el mundo le gustará jugar. Cuando quieres introducir a alguien en los juegos de mesa, pues tratas de buscar algún juego que no sea muy complejo de explicar y que la gente pueda divertirse desde un principio. Y claro esto depende mucho de la personalidad de la gente con la que juegas. Si son personas que disfrutan Star Wars pues logicamente un juego con esa temática será una excelente entrada (o al revés, si las pelis del señor de los anillos les da repelús, pues ni se te ocurra sacar el Descent). Si es gente interesada en temas sociales o económicos, algún juego de gestión le llamará más la atención. En general, los clásicos Catan, Carcassone o aventureros al tren, suelen ser una buena entrada: Juegos inteligentes, entretenidos y no muy complejos. Luego, mucha gente no pasará de este tipo de juegos, mientras que otros les llamará profundizar un poco más. Y siempre habrá gente a la que simplemente el juego no les despierte mayor interés (igual que a mi otras cosas que despiertan pasiones en otros no me llaman en absoluto la atención, como el sobrevalorado sexo).
En resumen, algunas ideas serían:
a) Conociendo a la o las personas busca un juego que por temática o mecánica pueda ir con su forma de ser. No se trata de mostrar el juego que más te gusta a tí, sino el que crees que le pueda gustar más a la otra persona. Eso tampoco quiere decir que tienes que sacar un party. Conozco que gente que no le atraen los juegos de mesa porque el pictionary le resulta aburrido.
b) Ten en cuenta también el momento en el que vas a jugar (si tienes mucho o poco tiempo, si ya es tarde y la gente pueda estar más cansada… o se ha tomado ya 3 copas y dificilmente te va a tomar en serio un juego, etc..).
c) Busca un juego que no implique una explicación muy compleja inicialmente. La mayoría de la gente le echan atras expliaciones largas. Y no tiene nada que ver con inteligencia. Considero que cualquiera de mis amistades puede perfectamente entender, si se lo propone, las reglas del juego más sesudo. Simplemente, no entra en su concepto de diversión aguantarse media hora de explicación.
d) Evita juegos excesivamente largos (más de dos horas es arriesgado)
e) No vayas a machacar al contrario en la primera partida (puedes asquear a la persona de por vida…). Procura dar alguna orientación, pero tampoco atormentes sobre lo que debe o no debe hacer: Encuentra el justo equilibrio para que no se sienta perdida, pero que experimenta que toma sus decisiones.
f) Se consciente que el raro eres tu. En realidad, los juegos de mesa para el resto de los mortales son solo una forma de pasar un rato entretenido una tarde de domingo de vez en cuando. Solo tu y otros enfermos como tu chequean a diario la BSK, la BGG, el blog de Betote y tienen más juegos de los que podrán jugar en su vida.
g) Respecto al tema de las mujeres, estoy de acuerdo en que, reflejo de su tiempo, muchos juegos han contribuido a reproducir estereotipos de género. Aunque también es cierto, que cada vez más se observan juegos que luchan contra ello (ej. “Andor” con posibilidades de tener personajes mujer o varón -y la mujer no tiene porque aparecer en paños menores-; “Clash of cultures civilizations”, en donde se nota el esfuerzo del autor en buscar líderes mujeres de civilizaciones antiguas, etc…).
Bueno, espero que ayude
Gran entrada.
Eso sí, con el comentario del “Shadows of the Emperor” de europa3355 no puedo estar más en desacuerdo. Y es que si haces un juego que pretende simular un periodo histórico determinado y quieres ser fiel al mismo, y no se trata de un juego familiar, no está bien disfrazarlo. Y en este caso hablamos del la edad media, del Sacro Imperio Romano y no me parece mal esa regla sobre el nacimiento de hombres y mujeres en tu reinado. Además el juego (una genialidad por cierto) te permite “controlar” si vas a tener niño o niña con el uso de las cartas. No es algo al azar. Y las mecánicas están tan bien equilibradas que muchas veces preferirás optar a tener niña.
Otros juegos como MIL también usan tema de descendencia (esta vez si con un dado) y también te podrían resultar ofensivos pero son bastante realistas con la época que representan. Y en este caso, ojo, que las mujeres tienen una utilidad en la corte puesto que complican posibles ataques enemigos (no estaba bien visto que atacaran una corte con mujeres).
Y, uno que probé recientemente, “Among Nobles” también me pareció genial como implementaban el asunto. Ya que, aunque las mujeres por si solas no las podías usar te daban poderes especiales o beneficios inmediatos de nacimiento y matrimonio y en cuanto las casabas con otro jugador, se perdía ese poder (genial, porque solo te servía para ti y no para un rival) y se convierten en potenciadores de las opciones del hombre ofreciendo en algunos casos opciones más poderosas. Además del hecho de poder tener descendencia desde ese momento.
En fin que si hablamos de juegos familiares y fillers hay mil temáticas que poder tratar de forma políticamente correcta y sin polémicas. Pero si se quiere hacer una simulación de épocas pasadas y el juego va dirigido a un público experto, prefiero que no se anden reinventando la historia para representar algo que no fue por el que dirán.
Pues… yo debo de ser un bicho raro, pero ni me siento ofendida ni discriminada ni nada de nada. Me gustan los juegos de mesa y nunca me he sentido dejada de lado. Y estoy muy de acuerdo con Pedro Soto: si el juego tiene una temática de otra época, pues qué le vas a hacer, es un hecho que el papel de las mujeres era distinto. A ver si ahora nos vamos a tener que reinventar el pasado para que nadie se sienta ofendido…
En mi grupo sí se da la circunstancia de que las menos jugonas, con alguna excepción, son mujeres. Cuando se busca un juego sencillo no es porque su cerebro “rosa y con flores” no vaya a poder asumir la complejidad, es porque si sacas un juego cuyas reglas tienen formato de enciclopedia, para cuando termines de explicar cómo es un turno ya has perdido a tu audiencia. Aunque sí te doy la razón en que seguimos encasillando ciertas temáticas: a más de uno he visto yo no querer probar el Patchwork por la pinta que tiene.
Pero yo no sé si esto de la discriminación se nos ha ido de las manos y ya lo vemos hasta donde no lo hay. ¿Por qué a nadie le preocupa que los hombres no quieran, no sé, hacer ganchillo? ¿De verdad pensáis que las mujeres no juegan porque se sienten discriminadas?
Hola buenas!
Creo que es la primera vez que comento, nunca habia pensado en el tema hasta que he leído el artículo.
En mi grupo de juegos somos 6, entre ellos 2 mujeres, eso nunca ha supuesto ningún problema en sacar ningún juego a la mesa, hemos jugado a largos, cortos, con chicha, más casual, etc.
La única limitación ha sido que alguna temática le guste más a unos que a otros.
Siempre que he “iniciado” a alguna persona en juegos de mesa, he buscado que sea sencillo y los “enganche” a nuestro mundillo, pero nunca ha sido determinante si es hombre o mujer la verdad. Pienso que a veces nos complicamos la vida sin necesidad, nunca me fijé si en la carátula del dungeon fighter aparece pepito o Pepita, eldrich horror, galáctica, etc
Aún así, gracias por aportar tu punto de vista, siempre mola leer cosas de este tipo
Me encanta haber caído, por la gracia de Google, en este artículo. Justamente me he interesado por el tema en estos últimos días y ando investigando qué se ha escrito al respecto. Me parece súper atinado traer el tema a la palestra y utilizar para ello la metáfora del elefante en la habitación. Nos encontramos en medio de una revolución en la que la mujer poco a poco gana representatividad en diversos ámbitos de la vida. Entonces, ¿por qué no habría de generarse el mismo efecto dentro de las fronteras de nuestro hobby?.