Decíamos ayer… (Mayo I)

Tu carrera criminal ha llegado a su fin, Jack. ¡Buen trabajo, muchachos!

¡Vive! ¡VIVE!

Sí, la cosa ha estado complicadita últimamente, pero parece que he conseguido sobrevivir. Y, para celebrarlo, vamos a ver qué locuras decía cuando era un año y un mes más joven. Ah, los buenos viejos tiempos…

Bar Bestial

Este juego, bastante majete por otro lado, tuvo la mala suerte (al menos para mí) de salir prácticamente al mismo tiempo que Aloha Pioha, que tiene el factor cuqui bastante más potenciado, y el hecho de que el tamaño de las cartas, si bien hace que la ilustración se vea mucho mejor, lo hace más incómodo de jugar. A pesar de tanta pega, es un jueguecito corto bastante apañado y que se hace agradable de jugar. Sin sobresalir especialmente, sigue siendo una buena opción para una tarde con amiguetes o familia.

It’s Mine

Este juego, que se vende como una versión más completa de Exploradores o Schotten Totten, a mí me dejó un poco frío: si quiero un juego cortito para dos jugadores, siempre tengo la opción de uno de los excelentes juegos de la serie de Kosmos o incluso Patchwork cuando quiero algo ligero o, si quiero más chicha, mi corazón pertenece a Magic. Pero también tengo que reconocer que aquí estoy hablando más que nada de mis gustos personales y que, para quien busque precisamente lo que este It’s Mine pretende hacer, es una opción más que decente.

Junta

Ah, cómo me gustaría seguir disfrutando de Junta como lo hacía hace veinte años, pero es que han pasado veinte años de diseño, y parece como si le hubieran pasado directamente por encima. Largo de más, complicado de más y muy endeble, hoy en día cuando quiero ese nivel de puñaladas y mala idea siempre acabo mirado a Nothing Personal en su lugar. Qué le vamos a hacer, no siempre tiempos pasados fueron mejores. La versión de cartas, Junta: Las Cartas, da una sensación muy parecida en una décima parte del tiempo, eso sí.

Tornado Ellie

Ay, otra lástima. Tornado Ellie prometía mucho, y me lancé sobre él con la ilusión de un chiquillo, pero me temo que no me ha enganchado como querría. La idea promete, y las primeras partidas son muy divertidas, pero al final justo lo que lo hace atractivo al principio acaba convirtiéndose en impedimento. Un Súper Rino es más fácil de preparar y manipular, y suele acabar ganándole la partida a largo plazo.

Mombasa

Alexander Pfister sigue siendo considerado uno de los diseñadores a tener en cuenta desde que nos sorprendiera a todos con Port Royal, que sigue siendo mi juego favorito de entre los suyos. Pero claro, parece que uno no puede considerarse un diseñador de verdad hasta que no ha hecho un juego de gestión de recursos de dos horas de duración, y en estas nos vemos. De todos modos, Mombasa es un juego de gestión de recursos de dos horas de duración más que apañado que, sin embargo, parece que ha sufrido el destino de la inmensa mayoría de los juegos de gestión de recursos de dos horas de duración más que apañados: apenas un año después, quedan completamente olvidados, y es que los juegos que basan su diversión en “a ver quién descubre el puzle”, una vez ese puzle ha sido descubierto pierden la mayor parte de su interés. Pero para los aficionados a ese tipo de juegos puede ser un entretenimiento excelente durante el par de meses en el que lo jugarán antes de pasar a la siguiente novedad.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: