Black Stories, el interrogatorio: yo no sé nada, señor agente.
Black Stories: Das Verhör. Johannes Krenner, 2015 – moses (Gen-X Games)

Está clarísimo: ha sido el señor del sombrero y el cuchillo.
Ya conocemos más que de sobra Black Stories y sus mecanismos: una historia de misterio, preguntas de sí o no y una solución final, a ver quién llega. Nos han plantado cantidad de ediciones y versiones distintas, por aquello de seguir jugando a la que llegamos a la número 50, y uno ya pierde la cuenta. Ahora nos llega esta versión con subtítulo y caja raruna y la pereza nos invade: ¿otra vez más de lo mismo? Pues resulta que no, pero casi nos lo perdemos.
Lo único que mantiene este Black Stories: el Interrogatorio del original es el grafismo y la premisa inicial: hay un asesinato (en este caso nada de accidentes chanantes ni extrañas coincidencias) y vamos a ver quién es el asesino. Todo lo demás a partir de ahí cambia: ahora nos asignan un sospechoso a cada uno de los que estemos en el asunto, y nos dan una serie de cartas que representan datos varios que habremos obtenido al interrogar a nuestro sospechoso, que leeremos para que todos se enteren. Luego barajamos las cartas de todos juntas, sacamos siete al azar y leemos la pista que hay en la parte de atrás (hay que poner un plastiquete rojo para poder leerla, así se evitan las trampotas). Cada vez que se lee una pista, anotamos a quién creemos que incrimina. Una vez leídas todas las pistas, se les da la vuelta y el que más haya acertado, gana.
Igual que pasaba con el Black Stories original, estamos ante un juego que le podemos sacar a cualquiera, explicarlo en dos minutos y ponernos a jugar, pero aquí tenemos un poquito más de estructura, más “juego” por así decirlo, con reglas más definidas, puntos y un ganador claro. Tampoco es que nos vayamos a estrujar mucho el cerebro deduciendo y, de hecho, podríamos decir que es principalmente un juego de memoria: por ejemplo, podemos haberle sonsacado al sospechoso que se acaba de comprar un barco y la pista incriminatoria correspondiente sería algo así como “se ha encontrado un percebe espachurrado junto al cadáver”. Pero oye, tú empiezas con esto y luego ya les sacas Sherlock Holmes: Detective Asesor si acaso.
La gracia de este Black Stories: el Interrogatorio está principalmente en usarlo como herramienta para ir creando una narración: puedes leer todas la información del interrogatorio tal cual, pero mola mucho más si intentáis fabricaros una pequeña historia utilizando esos elementos. Si sois especialmente frikis, podéis meteros cada uno en el papel de un investigador distinto y narrar vuestro interrogatorio desde esas perspectiva, en plan crossover: ¡se ha cometido un terrible asesinato en Cabot Cove y sólo Jessica Fletcher, Fox Mulder, Richard Castle y el teniente Colombo pueden resolverlo! Salivo sólo de pensarlo.
Dejando aparte el obvio carácter chorra del juego (pero ya sabías a lo que venías, ahora no vale quejarse), si se le puede poner una pega clara a Black Stories: el Interrogatorio es que es uno de esos juegos que acaban agotándose: no llega al nivel de su juego hermano de sólo poder jugar cada caso una vez, porque hay bastantes cartas y cada una da cuatro opciones según el sospechoso que te toque, pero va a llegar un momento en el que vas a empezar a reconocer las cartas y acordarte de las pistas asociadas. Por otro lado, para entonces ya le vas a haber sacado provecho más que de sobra al juego para las cuatro perras que habrás pagado por él, y siempre se lo puedes regalar a tu prima Lola si lo has jugado una vez con ella y le gusta, pasando el legado para que la infección jugona se vaya extendiendo por tu entorno.
En resumen, Black Stories: el Interrogatorio es un producto correcto para lo que pretende ser, un pequeño paso más allá para los fans del Black Stories original, que quizá si ya le has hincado el diente a juegos más duros se te puede quedar corto, pero que puedes apuntar en tu lista de regalos para convertir profanos.
Lo amarás: si os venís muy arriba narrando los interrogatorios en plan teatral.
Lo odiarás: si buscas un sustituto al Cluedo.
Juego proporcionado por Generación-X.
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