Alta Tensión: el juego de cartas – ¿quién necesita un mapa?

Verde que te quiero verde

Funkenschlag: Das Kartenspiel. Friedeman Friese, 2016 – 2F-Spiele (EDGE Entertainment)

Ficha en BoardGameGeek

Verde que te quiero verde

Verde que te quiero verde

Muchas veces nos quejamos, y yo el primero, cuando un diseñador nos viene colando el mismo juego una y otra vez (aunque le salga bien como en el caso de Uwe Rosenberg y sus mil variaciones sobre el tema de Agricola), y damos palmas con las orejas cuando alguien no se conforma con hacer lo que ya sabe que funciona y busca nuevas vías. Uno de esos autores innovadores es Friedemann Friese, lo que pasa es que cada vez que innova le sale un churrete y tiene que redimirse con otro mapa para Alta Tensión, que es el único juego que realmente le ha salido bien. Y como esta vez debe de haberse quedado sin países de los que sacar mapas, ha decidido sacarse de la manga una versión de cartas, que es algo que está muy de moda y que siempre funciona.

La apuesta es arriesgada de todos modos: ¿va a ser capaz un juego de cartas de darnos la tensión y emoción del juego original? ¿Tendremos que seguir fingiendo que estamos respondiendo a un whatsapp para usar la calculadora del móvil y hacer bien las cuentinas? Y, lo más importante: ¿habrán aceptado que estamos en el siglo XXI y los billetitos de papel impresos por una cara no son la mejor manera de llevar la cuenta del dinero en un juego?

Por desgracia, la respuesta a la última pregunta es no. Pero es que no contentos con eso, no sólo siguen teniendo billetitos de papel sino que son hasta peores que los de la versión de tablero. en fin, nada que no se solucione sacando el maletín de fichas de póquer que todos tenemos en casa. Porque todos tenemos fichas de póquer en casa para estas cosas, ¿verdad? No soy yo el único enfermo, ¿verdad? ¿VERDAD?

El único destino que merecen los billetes de papel.

El único destino que merecen los billetes de papel.

Pero en fin, supongamos que tenéis un sucedáneo para cutrebilletes a mano o que éstos no no os enervan tanto como a mí, y vamos al jaleo. ¿Cómo es este Alta Tensión: El juego de cartas? Pues exactamente igual que la mitad de Alta Tensión. De hecho, si ya sabes jugar a la versión de tablero, la explicación de reglas es “esto es lo mismo, pero en lugar de poner casitas en el mapa, las centrales te dan dinero directamente cuando las alimentas”. Ya está. Y oye, a mí los bloqueos asesinos y la mala leche general que destila el elemento del mapa, de tener que buscar un equilibrio entre expandirte antes de que te quiten los sitios chulos y ahorrar para pegar el pelotazo más tarde o esos momentos de frustración cuando ves que no puedes construir todo lo que querías porque la muy [censurado] de Periquita te ha hecho pagar un electro más por esa central que luego en realidad ella ni quería ni nada me encantan, pero también es verdad que hay veces que no tienes dos horitas para echar la partida y éste en una hora escasa ya lo tienes hecho.

Si queremos ir un poquito más allá a buscar diferencias aparte de ésta, pues a ver, alguna más hay: el mercado de recursos es bastante más duro, ya que en lugar de rellenarse a un ritmo determinado lo hace sacando cartas al azar, y hay que ir con bastante más cuidado a la hora de tener en cuenta qué centrales vas a poder alimentar y cuáles no, lo que hace que la tensión se mantenga durante toda la partida, ya que una mala compra en un turno puede ser un golpe muy duro, pero igualmente si las cosas te salen bien al siguiente va a ser mucho más fácil recuperarse. La consecuencia más importante de esto en cuanto a sensaciones es que el último turno (que, además, sólo se activa cuando sale la carta que así lo indica en el mazo de centrales; nada de forzar el final de la partida cuando a ti te convenga) es especialmente importante. Si esto te parece chulo porque mantiene la emoción hasta el último momento o si te da la bajona por sentir que el resto de la partida pierde valor en comparación, ahí ya tú mismo.

Poteito, potato.

Poteito, potato.

Y claro, ahí está la pregunta del millón: ¿merece la pena? Si eres de los que odian el Alta Tensión original por el apocalipsis de sumas y restas a la hora de calcular rutas, esta versión te puede reconciliar con el concepto, ya que es simplemente una subasta de centrales, compra de recursos y usar ambos para conseguir más pasta. Si amabas ya al juego papi, éste es definitivamente más ligero (y yo, si el tiempo no es problema, prefiero jugar con mapa), pero por otro lado la partida dura mucho menos y, si bien es verdad que pierde en dureza, tampoco es ningún chorrijuego de los de pasar el rato sin pensar y terminas la partida con esa sensación de “he jugado”, como si hubieras salido a hacer footing mental un rato pero sin pasar frío. Y como, además, la caja ocupa poquito, pues tan a gusto que se va a quedar en la estantería.

Juego proporcionado por Generación-X

 

 

2 Comments on Alta Tensión: el juego de cartas – ¿quién necesita un mapa?

  1. Se queda en la estantería, pero no se lleva el Seal of Approval…
    No sé qué pensar. Si ir a por él o no.
    A mí el Alta Tensión me gusta pero se me hace muy largo (sobre todo a más de 4 jugadores).
    ¿Mantiene esta versión la sensación de que estás construyendo algo?
    Y sí, no eres el único que tiene fichas de poker

  2. Si Alta Tensión te gusta pero te parece demasiado largo, este va a ser tu producto, desde luego. Por otro lado, sensación de construcción no tienes demasiada, ya que al fin y al cabo lo único que es “tuyo” son las tres cartas de central y los recursos que tengas almacenados en ellas.

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