10′ to Kill – Matar por matar
Benoit Bannier, 2015 – La Boite de Jeu (Zacatrus)

¿Qué mal pueden hacer unos tiernos animalitos?
Anda, mira, un juego de roles ocultos, qué original. Total, sólo han salido unos diez millones en los últimos tres años, así que uno más siempre es bienvenido, ¿no? En fin, este aquí pone que son diez minutos, así que por probar no se pierde mucho. Veamos.
Para preparar la partida, colocamos las losetas como nos rote (conviene hacerlo en un cuadrado de 4×4, pero allá tú, que es tu juego), plantamos un bicho en cada loseta y repartimos fichas. Cada jugador tiene un asesino y tres objetivos, y la cosa va de cargarte a tus objetivos sin que te pillen.
En nuestro turno tendremos dos acciones, y podemos usar una acción para mover cualquier personaje a otra casilla o, si la situación nos es propicia, para cargarnos a alguien. Y aquí es donde las reglas podrían estar un poquito mejor escritas, porque hasta que no lo hayas leído todo un par de veces no queda muy claro cómo se puede matar. Os lo resumo por aquí por si os sirve de ayuda:
- Siempre puedes matar a alguien que esté en la misma casilla que tu asesino, a navajazo limpio.
- Si estás solo, puedes matar a alguien que esté en una casilla adyacente, con tu pistolita.
- También si estás solo, puedes matar a cualquiera que esté a cualquier distancia en línea recta si estás en una casilla con un punto de mira, con un rifle de francotirador (se ve que la ciudad en cuestión está en EEUU, porque nadie sospecha de gente que va por la calle con un rifle).

La morsa no es trigo limpio, os lo digo yo.
En un principio querremos matar a nuestros objetivos, pero también podemos intentar cargarnos a alguien que creamos que es un asesino contrario, que hay que irlo deduciendo a partir de sus movimientos pero si nos sale son unos puntetes muy ricos. Por supuesto, si nos equivocamos y nos ventilamos al objetivo de otro jugador, éste nos da las gracias por haberle hecho el trabajo sucio.
Por darle otro giro de tuerca más, en el momento en el que se mata a alguien se pone un policía en el lugar del crimen. Los policías son personajes como los demás, y se pueden mover y matar del mismo modo (aunque matar un policía te da un gritón de puntos negativos, pero bueno). Además, tienen dos particularidades: si tu asesino está en la misma casilla o al lado de un policía, no puede matar a nadie, que queda un poquitín cantoso; y, además, puedes usar un policía en tu turno para, como acción, preguntarle a un personaje de su casilla, muy educadamente, si no será un asesino a sueldo. Si resulta que responde “ah, pues ahora que lo pregunta, señor agente, sí que lo soy”, se le detiene y los puntos para el jugador que ha dado el soplo.

Teniente Frank Drebin, brigada policial. ¿Qué ha pasado aquí?
10′ to Kill se parece mucho a un jueguecito al que tengo bastante cariño, Rumble in the House. Tanto que se podría decir que es una versión avanzada de éste, metiéndole un punto de chicha a la hora de darte material para intentar hacer deducciones en lugar de simplemente intentar matar todo lo que no eres tú. Y oye, funciona: sin dejar de ser un juego muy sencillo de explicar y rápido de jugar, te da un puntito de deducción que no suele ser fácil de encajar en un tiempo tan corto, y es una buena opción para gente que en juegos del estilo de La Resistencia se quedan en blanco sin saber muy bien qué decir: a 10′ to Kill puedes jugar sin decir una palabra, aunque las pullitas y el troleo son más que bienvenidos, por supuesto.
Si tuviera que ponerle pegas (y teniendo en cuenta que estoy reseñándolo, supongo que me toca hacerlo), diría que el modo en el que las reglas están explicadas hace que el juego, sobre todo en las primeras partidas, resulte bastante frágil: un jugador que no se haya enterado muy bien de qué va la vaina o que pase por alto alguna excepción puede cargarse una partida. Por otro lado, a diez minutos de partida, la solución de darle una colleja al metepatas y jugar otra tampoco es tan descabellada. Y que han puesto el tope en cuatro jugadores cuando con un troquel más ya podría dar para seis sin que se resintiera la jugabilidad.
Sí, es un juego de roles ocultos más, pero es de los buenos.
Juego proporcionado por Generación-X.
Nosotros el problema que vimos es que en cuanto sale la policía el juego se resiente mucho, se relentece y se vuelve mucho más coñazo.
Se ralentiza, sí, pero… Vamos, es que eso es lo que dure 10 minutos y no 5, tampoco me parece una exageración 😀
Si la policía os parece muy restrictiva, siempre podéis limitar el número máximo de agentes que puede estar en la ciudad.
Si te soy sincero tampoco teníamos mucho interés en el juego, lo probamos porque nos enseñó el tendero las reglas, y puede que a tres no funcione demasiado bien o no teníamos la cabeza para currarnos mucho los asesinatos.
Al final acabamos jugando al Orgasme y lo pasamos pipa.
A mi lo juegos de ocultar el rol me acaban dando dolor de cabeza. 🙂
Que es un juego..todo lo arreglais a base de collejas.. :b
Todo no; a veces una colleja no es suficiente 😀