Such a Thing?: la respuesta es p***a

Ein solches Ding. Urs Hostettler, 1989 - Fata Morgana Spiele (Valley Games) 2-10 jugadores, 30 minutos.

Vale, puede que el premio a mejor diseño gráfico no se lo lleve. Pero sigue leyendo.

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Hoy me perdonaréis que me aleje un poquitín del vertiginoso mundo de las novedades para hablaros de un juego bastante viejuno, pero que es uno de mis juegos sociales favoritos, y así aprovecho para defender el honor del pobre Urs Horstettler. Urs, a pesar de ser la causa de un gran daño para la comunidad jugona, no tiene la culpa de que los fanáticos de Tichu sean tan cansinos y, además, se le puede perdonar ese pecadillo por haber creado la maravilla que es Such a Thing?.

La mecánica principal, como en casi todos los grandes juegos sociales, es muy sencilla: hay un mazo con cartas, se reparten nueve a cada jugador y, por turnos, se van bajando cartas a la mesa. Esas cartas tienen siempre cualidades como «es largo y delgado», «el Papa no querría sacarse una foto con ello» o «me encantaría tenerlo cerca esta noche». Cuando te toca el turno, si ves que la serie de cartas es demasiado marciana, puedes decidir, en lugar de jugar carta, desafiar al jugador anterior, como jugando al Mentiroso. Entonces ese jugador tiene que decir algo que tenga todas las cualidades que hay sobre la mesa a la vez; si lo consigue, el desafiante roba tres cartas. Si no, es él quien tiene que robarlas. El primero que se quede sin cartas en la mano ha ganado.

La gracia principal del juego está, por supuesto, en intentar encontrar el punto de unión entre todas las cartas jugadas. Lo normal es tener un par de candidatos y tratar de «dirigir» la serie hacia alguno de ellos pero, sin excepción, siempre llega un momento en el que alguien juega algo que, simplemente, es incompatible con alguna de las cartas que ya están sobre la mesa, y entonces llega el momento de discutir: «¿cómo que un tebeo de Mortadelo es adictivo?»; «seguro que en China se sorprenderían si vieran un Seat 600?» o «vale, sí, un bebé podría hacerse pasar por una trituradora de carne, pero no me parece bien que hagas esas bromas siendo concejal de cultura», son frases bastante comunes en una partida de Such a Thing?.

220 posibles dobles sentidos.

220 posibles dobles sentidos.

El reglamento incluye varias variantes en las que introduce elementos de reflejos (se dejan varias cartas en la mesa y los jugadores tienen 30 segundos para recoger todas las que puedan y al final decir una palabra), gestión de riesgos (una especie de Black Jack usando características en lugar de números) y demás, para adaptarlo a los gustos de tu grupo si os va menos el faroleo y buscáis otras cosas. Yo suelo jugar con la regla casera hardcore en la que la cantidad de cartas que se roba es igual a las que hay sobre la mesa en el momento de hacer la pregunta, pero es que yo soy un chungo, ya sabéis.

La mayor pega del juego es que puede resultar bastante difícil de encontrar, teniendo en cuenta que la última edición es de 2007, y que no hay ninguna versión en español a fecha de hoy, con lo que toca aprender inglés o alemán, o echarle paciencia y ponerse a escribir 220 características. Pero si podéis echarle el guante y os gustan los juegos que generan discusión y risas, no lo dejéis escapar.

Te gustará si: tienes sentido del humor.

Lo odiarás si: no tienes imaginación.

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