Holmes: Sherlock & Mycroft: 404 Theme Not Found
Debería estar prohibido hacer ilustraciones tan chulas si no están justificadas.
Diego Ibáñez, 2015 – Devir
Debería estar prohibido hacer ilustraciones tan chulas si no están justificadas.
La madrugada del 24 de febrero de 1895, una bomba estalla en el Parlamento de Londres. Al instante, las medidas de seguridad se activan y detienen al joven Michael Chapman, un obrero al que se relaciona con grupos anarquistas. Mycroft Holmes, al servicio de la Corona, es el encargado de investigar dicha relación para resolver si ha sido un caso aislado o un plan orquestado. Y todo parece fácil de resolver hasta que se entera de que su hermano, el detective consultor Sherlock Holmes, ha sido contratado por los padres del joven, que creen en la inocencia de su hijo.
Ahora, las dos mentes más brillantes de Londres se enfrentan por conocer la implicación del joven. ¿Será parte de un grupo anarquista o solo un cabeza de turco?
Y un pimiento.
Holmes: Sherlock & Mycroft tiene de Holmes las magníficas ilustraciones de Pedro Soto y la sarta de mentiras que forman el texto de la trasera de la caja. Y llamadme raro, pero me parece muy feo hacer algo así. Plantas en las tiendas, aprovechándote de que el tema está de moda y de que no hay que pagar licencia ni derechos de autor, un juego con los hermanos Holmes en portada, cuya contraportada habla de un misterio a resolver y dos investigadores enfrentados, y luego les das un juego de coger cartitas a lo versión todo a 1€ de Jaipur. ¿Qué necesidad había de hacer algo así si no es para engañar a un comprador no demasiado informado y rascarle cuatro perras?
Juegos sobre Sherlock Holmes hay muchos y muy variados. Desde el clasiquísimo Sherlock Holmes: Detective Asesor al patrio Watson & Holmes: Diarios del 221B, los amantes del icono de la deducción tienen juegos de sobra para revivir las aventuras de su personaje favorito sin necesidad de que venga nadie a intentar darles gato por liebre. Que podréis decir que vale, que cada cual le pone a su juego el dibujo que quiere en la portada o meter zombis y Cthulhus para arañar ventas, pero lo mínimo que te puedes esperar es que la caja, al menos, no te mienta en la descripción del juego. Este tipo de prácticas que pueden ser legales pero desde luego no son nada honestas no creo que le hagan ningún bien a la industria y, si queremos que se tenga a España en cuenta en el mundillo de los juegos de mesa, quizá deberíamos preocuparnos un poquito más en el comprador y un poquito menos en cómo vender alguna copia más.
Un farsante de tomo y lomo.
¿Y sabéis que es lo que me da más rabia? Que el juego no tendría que necesitar engañar a los compradores para tener éxito porque, argucias aparte, no es mal juego. Dentro del género de entretenimientos ligeros para dos jugadores que jugar en un ratete mientras se cuecen los macarrones no está nada mal, y tiene hasta su puntito de originalidad al ofrecernos una mecánica de colocación de trabajadores muy destilada en la que vamos plantando nuestros peones en una carta u otra, realizando la acción que esa carta nos diga. Esas acciones van a ser o bien conseguir lupas o cambiar lupas por cartas de una fila central, siendo nuestro objetivo conseguir muchas de esas cartas para puntuar por tener la mayoría, aunque teniendo en cuenta que, cuantas más cartas tenga el oponente, menos puntos nos va a dar esa mayoría.
Tampoco es que sea la panacea desde el punto de vista de la mecánicas. Las cartas de acción, dependiendo del turno en el que aparezcan, están muy claramente descompensadas y siempre va a haber unas cartas mejores que otras, sin que haya nada que impida usar siempre la carta más ventajosa de entre las disponibles y, a pesar de que en cada partida el orden de aparición de esas cartas varíe, no tarda uno en tener la sensación de estar haciendo siempre lo mismo y de que, al final, todo depende simplemente de quién vaya a encontrarse con las cartas más jugosas cuando le toque el turno. Pero oye, para pasar media horita entretenido ya podría valer.
Al menos las cartas son bonitas.
Dicen que el juego original, antes de la brillante idea del departamento de mercadotecnia de engañar a los compradores potenciales para hacerles creer que pagaban por un juego de deducción, era mucho más prosaico en su planteamiento y trataba de compradores de cachimbas en un mercadillo. De haber mantenido ese tema u optado por otro similar, o simplemente con haber dicho «esto es un juego de gestionar acciones para conseguir cartas» en la caja, estaríamos ante un juego, si bien no sobresaliente, al menos cumplidor. Por desgracia, tampoco es tan buen juego como para perdonarle el intento de robarles ventas a otros juegos que sí son honestos en su planteamiento. Si buscáis un juego con Sherlock Holmes, mirad en cualquier otro lado.
Te gustará si: ya venías avisado y simplemente buscas un juego ligero para dos como tantos otros.
Lo odiarás si: pensaste: «¡qué bien, un juego sobre Sherlock Holmes!»
Juego proporcionado por Generación-X.
En serio? Estuve a punto de comprarlo. Me has dejado con el culo torcido. O_0
Pues que quieres que te diga, yo lo compré y no me he sentido estafado en ningún momento. Ni que fuera el primer juego con el tema pegado.
Por lo demás, un buen entretenimiento para dos, agradable de jugar y en mi opinión con mas chicha (tampoco mucha) de la que parece en la primera partida
En desacuerdo con la reseña… pero para eso son las opiniones 😉
No me he sentido engañado para nada con la temática. Con toda la info que se puede encontrar hoy en día en Internet antes de comprar un juego, es casi imposible sentirte estafado porque el juego no va de ‘deducción’.
A mí me ha gustado, me ha parecido ligero y entretenido para un rato, con un arte estupendo y unos materiales perfectos. ¿Lo malo? Que ambos jugadores pueden ir a la misma carta, así que, como indica la review, esto no hace que por ir a una carta, esta se bloquee para el otro jugador.
¿Juegas con tu suegra?