Decíamos ayer… (21 a 27 de enero)

Tu carrera criminal ha llegado a su fin, Jack. ¡Buen trabajo, muchachos!

¡Sección nueva! ¡Yupi! Sí señores, a partir de ahora y hasta que me dé la vena, que para eso el blog es mío, los viernes va a tocar hablar de juegos pasados. Concretamente, de juegos de los que ya hablé un año atrás, para ver si he entrado en razón y le he pillado el gusto a ese juego que no supe ver, si fui víctima del ansia viva y aquel juego que tanto me gustaba lo he vuelto a jugar o si soy un cabezón incapaz de reconocerlo cuando está equivocado y me mantengo en mis trece. Y sí, sé que lo que mola es hablar de las cosas que van a salir dentro de meses o años y que lo que ya lleva más de una semana en las tiendas es una antigualla, pero también sé que lo que lo peta es YouTube y aquí sigo escribiendo como un pringado, así que ¡al turrón!

Agradables a rabiar, chicos.

Pingo Pingo (2016 6/10; 2017 5/10)

Si empezamos así no va a ser muy difícil esto: Pingo Pingo lo jugué para reseñarlo y no lo he vuelto a jugar (ni a ver jugado) desde entonces. Un juego que necesita niños y espacio libre sin cosas que se puedan romper para permitirles corretear y pegar tiros con la pistola de ventosas. No es una tortura de jugar si te gusta eso de hacer el bobo simplemente porque sí, pero sus requerimientos lo matan para mí.

No, no es una caja a la que le haya dado mucho el sol, es que es así.

Dark Matter (2016 5/10; 2017 3/10)

Dark Matter es otro juego al que no he vuelto a jugar (y, de hecho, ni siquiera llegué a jugar una partida completa en su momento), y cada vez que pienso en él me da más pereza. Tanto voltear, girar y recordar las distintas caras de cada carta para lo que al final resulta ser un juego de conseguir recursos para comprar cosas como otros tantos se me antoja mucho ruido para muy pocas nueces. Diría que no he vuelto a ver a nadie jugarlo, pero es que tampoco vi a nadie jugarlo nunca. ¿Alguien se ha echado, al menos, una partida entera a esto para poder contarnos en los comentarios si nos estamos perdiendo algo de verdad o es todo tan cutre como parece?

Tranquilos, todo está bajo control... Más o menos.

Keep Talking and Nobody Explodes (2016 9/10; 2017 9/10)

Ahora estamos hablando, caramba. Keep Talking and Nobody Explodes sigue siendo una de esas experiencias que hay que vivir. Un jugador se enfrenta a una serie de puzles contra reloj, mientras los demás tienen que contarle cómo resolver esos puzles comparando las descripciones que el primero les da con el manual de desactivación. Uno de esos juegos que, en cuanto lo sacas a mesa, puedes estar seguro de que no vais a echar sólo una partida. Adoro los juegos en los que tienes que replantearte cómo te comunicas con los demás, y éste es quizá el mejor en el género.

Jefe, ¿dónde le pongo esta caja?

Le Havre (2016 9/10; 2017 9/10)

Si hay un diseñador de juegos de gestión de recursos que consigue atraparme, ese es Uwe Rosenberg. Le Havre es quizá su diseño más «duro», pero al mismo tiempo ha sabido atomizar las decisiones para que no se te eternicen demasiado los turnos. Aún así, no cometáis nunca la locura de jugarlo con más de 3 jugadores, que se os viene el mundo encima. Si bien Agricola sigue pareciéndome su mejor juego y El banquete de Odín me tiene hoy por hoy enamorado con la multitud de opciones que ofrece, Le Havre es un diseño impecable, de esos a los que no les ves fecha de caducidad. Dicen que este año hay planes para reeditarlo, así que estad atentos.

Y con esto terminamos por esta semana. Qué bien sienta esto de volver la vista atrás, dejar de lado las prisas y las ansias por lo que está por venir y profundizar en las sensaciones de lo que ya tenemos. Y ahora os dejo, que mientras estaba escribiendo esta entrada ha llegado el cartero con un paquete cargadito de novedades y estoy como loco por abrirlo.

 

 

3 Comments on Decíamos ayer… (21 a 27 de enero)

  1. cuando he visto esta sección nueva me ha parecido una buena idea revisitar juegos y cómo ha cambiado las opiniones del mismo. Pero no entiendo revisitar juegos que no has vuelto a jugar, las sensaciones no pueden cambiar ni para bien ni para mal. Y (para los amantes de la ironía) justamente los dos juegos que no has vuelto a jugar son los que has cambiado la nota.

  2. Oh, Le Havre… solo jugué una vez hace añísimos y tengo un muy buen recuerdo que temo estropear si juego otra partida, como me pasa con esas pelis y libros de mi infancia.

  3. Soy nuevo en el «mundillo» de juegos de mesa. Acabo de descubrir tu blog, y tengo que decirte que mola, que tanto vídeo de Youtube también cansa. Sobre todo esta nueva sección, me parece muy interesante. Te sigo 😉

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