Forbidden Stars: yo no te pido la luna.

Samuel Bailey, James Kniffen y Corey Konieczka, 2015 – Fantasy Flight Games (EGDE Entertainment)

Ficha en BoardGameGeek

En el espacio nadie puede reírse de tus hombreras.

En el espacio nadie puede reírse de tus hombreras.

Ninguno se sorprenderá, a estas alturas, si digo que echaba de menos un título como éste. Colocar losetas, gestionar recursos y conseguir puntos de victoria puede estar muy bien, pero de vez en cuando apetece eso de amasar ejércitos y lanzarte a la conquista de lo que sea. Los juegos épicos de este estilo son una experiencia que hay que vivir, pero también es cierto que tienen más problemas para ver mesa que otros títulos más accesibles: reunir a un grupo de gente con el tiempo y las ganas suficientes para pasarse jugando al mismo juego una tarde larga (o incluso más, como me recuerda la caja de Twilight Imperium desde lo alto de la estantería, donde lleva unos años acumulando polvo), y es natural: si te sientas a jugar una partida de una hora y el juego no te gusta, tampoco es un drama. Pero si el juego se alarga a las 4, 6 ó 12 horas y desde el segundo turno ya te has dado cuenta de que no te apasiona, eso ya no hay forma socialmente aceptable de levantarlo.

Por otra parte, que cada vez salgan menos títulos de este estilo es algo comprensible: los juegos más largos y que requieren una inversión de tiempo e interés importantes suelen tener un público, si bien pequeño, también bastante más fiel. Al fin y al cabo, si sólo consigo sacar un juego a mesa un par de veces al año, tampoco lo voy a quemar tanto como para que el cuerpo me pida variedad. Pero en Fantasy Flight Games saben que tenemos mucho vicio y, además, no habían renovado la licencia para mantener Starcraft en catálogo, así que con algo había que sustituirlo. Y teniendo en cuenta que el universo de Starcraft bebía mucho del de Warhammer 40.000 y esa franquicia sí que la mantienen, la cosa estaba cantada.

Este Forbidden Stars es, al final del día, eso: una adaptación del clásico juego de tablero de Starcraft al universo de los marines espaciales y los orkoz ke hablan azí y, ya de paso, también a tiempos en los que las mesas del salón no son tan grandes ni nos caben cajas tamaño ataúd en casa. Mantiene el sistema de órdenes en el que cada jugador tiene varias fichas que colocan, por turnos y boca abajo, en los sistemas en los que van a realizarse, y luego se van resolviendo una a una, lo que tiene su coña a la hora de ir decidiendo no sólo dónde realizar cada acción, sino cuándo hacerlo para no darle al oponente la oportunidad de mandar tropas o construir defensas; también mantiene parte del sistema de combate a la hora de personalizar tus estrategias incluyendo cartas que se activan o no dependiendo de qué unidades tengas en jarana, y luego simplifica todo lo demás, para que sólo te preocupes de ir creando tropas y mandarlas a que se estampen contra el oponente, que bastante logística tenemos ya en Agricola. Podríamos decir que Forbidden Stars no es en realidad un juego de manejo de imperios espaciales tanto como de ejércitos.

Que oye, si hay que pegarse, se pega uno.

Que oye, si hay que pegarse, se pega uno.

Y claro, un juego tan centrado en el combate tiene que tener un sistema chulo para resolverlos, y ahí es donde Forbidden Stars se sale. El modo de darse de tollinas aquí es muy original y vas a tener que pensar un poquito aparte de tirar los dados. Se tiran dados, sí, pero luego se resuelven tres rondas en las que cada uno juega una carta que modifica esas tiradas, añade resultados adicionales, mete más unidades en la batalla o causa bajas inmediatas, todo dependiendo de qué facción tengas y qué mejoras hayas adquirido. Prepararse este mazo, que siempre tiene diez cartas (no hace falta preocuparse por eliminar los cobres para que las cartas chulas salgan más a menudo) es una parte fundamental del juego y donde se van a notar más las diferencias entre pegarte con Eldars o con Marines del Caos.

El desarrollo de la partida también es muy curioso, ya que aquí no hablamos de conquistar más planetas que nadie o llegar a una cantidad de puntos de victoria determinados, sino que tendremos varios objetivos puestos en el mapa y la cosa irá de entrar en esos planetas en algún momento, sin importar si luego los perdemos o si nos vamos de allí marcándonos un toca y vete en toda regla. Mantener presencia militar en un planeta te va a permitir sacar recursos de él con los que crear más tropas, pero tampoco es ningún drama que te echen de un sitio si ya has recogido tu fichita.

Dados, cartas, minis... El paraíso plastiquero.

Dados, cartas, minis… El paraíso plastiquero.

Si algo se le puede achacar a Forbidden Stars, puestos a buscarle pegas, es que el sistema de combate, si bien es muy interesante y ofrece opciones más que de sobra, también implica que cada vez que dos jugadores están luchando los demás se limitan a mirar durante un buen rato, y eso puede hacer que los entreturnos se eternicen. Uniendo eso a que cada jugador adicional añade no sólo tiempo sino objetivos a completar por todos (una partida a dos jugadores se acaba cuando uno de ellos conquista dos objetivos; para ganar una partida a cuatro, tienes que conquistar cuatro objetivos) nos da un juego que quizá se disfrute más con 2-3 personas que con las 4. Pero en cualquier caso, si tienes tres horitas para lanzar oleada tras oleada de cruceros espaciales, titanes acorazados y desangradores de Khorne contra tus amiguitos, Forbidden Stars es una opción muy sólida.

Te gustará: si de las 4x te quedas con la de eXterminar.

Lo odiarás: si los entreturnos te producen sarpullido.

 

 

 

4 Comments on Forbidden Stars: yo no te pido la luna.

  1. Y ahora la pregunta del millon. Si tengo y adoro Starcraft… merece la pena Forbbiden Stars?

    • Si tienes y adoras Descent… ¿merece la pena Imperial Assault? Pues depende de cuánto lo juegues y cuánto te duela gastarte 100 euros más por una experiencia muy parecida y, si eres un fan hardcore de StarCraft, que te pueda parecer un poco «descafeinada».

  2. Imperial Assault no me lo pille por esa razon, pero claro es que el universo W40K me llama muchisimo mas que el de Star Wars. Dejare que el destino juegue conmigo: Si llega una buena oferta a mis ojos, no respondo.

  3. Sergio Muñoz Barquero // mayo 19, 2016 en 12:02 am // Responder

    Tengo la oportunidad de hacerme con el starcraft o este juego,pero no cosigo decidirme por alguno de ellos,¿alguna recomendacion?

Responder a kanito8aCancelar respuesta

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